La Ndrangheta, la más poderosa de las mafias italianas, continúa extendiendo sus tentáculos y ha llegado hasta el Ayuntamiento de Reggio Calabria (sur), por ello el Gobierno italiano ordenó su disolución en lo que supone la primera vez que se adopta una medida de este tipo en una capital de provincia.

La titular italiana de Interior, Annamaria Cancellieri, anunció el martes esta medida, aprobada por el Consejo de Ministros, y precisó que la intervención se produce por el bien de la ciudad y de modo preventivo porque, por el momento, no hay pruebas de infiltraciones de la mafia.

De esta manera, el alcalde Demetrio Arena, del conservador partido Pueblo de la Libertad (PDL) de Silvio Berlusconi y la junta municipal fueron cesados y se nombró a tres comisarios que se ocuparán de administrar la ciudad en los próximos 18 meses. Sin embargo, las sospechas de Interior son tales que se ha llegado a esta decisión considerada "dolorosa" pero "necesaria" por Cancellieri, después de consultar el informe de una comisión que investigó la supuesta infiltración de la mafia.