El ex primer ministro italiano Silvio Berlusconi fue condenado ayer a 4 años de cárcel y a entre 3 y 5 años de prohibición del desempeño de distintos cargos por un delito de fraude fiscal en la compraventa de derechos de películas en el llamado caso Mediaset.

El político y empresario, de 76 años y quien el pasado miércoles anunció su renuncia a presentarse para ser elegido de nuevo primer ministro en los comicios de la próxima primavera, fue conminado además a pagar de modo provisional 10 millones de euros al Fisco italiano.

Berlusconi se beneficiará de la ley sobre indultos 241 de 2006, por la que se le condonarán tres de los cuatro años de prisión y la inhabilitación para cargos a la que fue condenado no empezará a contar hasta que la sentencia sea firme, tras una eventual tercera instancia.

En concreto, el ex primer ministro fue inhabilitado durante tres años para cargos en entidades jurídicas y empresas y se le prohibió el contacto con la administración pública durante el mismo periodo, mientras que son cuatro los años de inhabilitación en materia de asistencia tributaria y cinco en cargos públicos oficiales.

Este caso se refiere a la compraventa de los derechos de transmisión de películas estadounidenses por parte de Mediaset (el grupo audiovisual de Berlusconi) entre 1994 y 1999, bajo la sospecha de un aumento artificial del precio real de los derechos para evadir dinero al fisco y desviarlo a cuentas en el extranjero.

"Los derechos (audiovisuales) pasaban de mano en mano y se aumentaban de modo injustificado. Eran traspasos carentes de una función comercial. Servían solo para que se elevara su precio", afirman los jueces de la Primera Sección Penal de Milán (norte de Italia) que han juzgado al ex primer ministro.

Los magistrados cifran además en 17.500 millones de liras en 2000, en 6,6 millones de euros en 2001, unos 4 millones de euros en 2002 y unos 2 millones de euros en 2003 la cantidad de dinero objeto de esta "evasión muy considerable" en la que participó Berlusconi.