El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, recibió ayer con críticas, y el presidente Simón Peres con alabanzas, las declaraciones del líder palestino, Mahmud Abás, en las que garantiza que no permitirá una "tercera intifada armada" y renuncia a su derecho como refugiado de retorno a Israel.

En una nota de su oficina dijo que "desafortunadamente las palabras del presidente Abás no coinciden con sus actos. Ha rechazado reanudar negociaciones de paz durante los últimos cuatro años, pese a una serie de medidas tomadas por Netanyahu para retomar las negociaciones", señaló.

Peres, en cambio, aseguró que Abás "ha demostrado con hechos y palabras que Israel tiene un auténtico socio para la paz" y pidió el "máximo respeto" para las posiciones que expresó, porque "coinciden exactamente con las de Israel y con la clara mayoría de la población, que apoya la solución de dos Estados para dos pueblos". "Es una declaración pública valiente e importante en la que Abu Mazen deja claro que su intención de un Estado es solo para Cisjordania y Gaza", agregó.