Los jefes de Estado y de Gobierno participantes en la XXII Cumbre Iberoamericana se reúnen hoy con la meta de consensuar líneas de acción que permitan aprovechar el potencial que tienen sus relaciones para superar la crisis europea y para que Latinoamérica refuerce su pujanza económica.

La jornada comenzará con el tradicional desayuno de trabajo del rey y el jefe del Ejecutivo, Mariano Rajoy, con los presidentes centroamericanos, una cita que se repite en cada Cumbre Iberoamericana y que precede las sesiones plenarias.

Tras una primera reunión entre todos los jefes de Estado y de Gobierno, está previsto el almuerzo de los mandatarios, denominado "retiro" porque es la única ocasión en la que se encuentran a solas, sin sus ministros y delegaciones.

La sesión plenaria servirá para cerrar y aprobar la declaración final de la cumbre, en la que la comunidad iberoamericana apostará por promover políticas de crecimiento que faciliten la creación de empleo.

También respaldará la potenciación de los mercados regionales y la proyección de las pymes, con especial atención a las infraestructuras, las telecomunicaciones, la energía y el agua.

La reunión de Cádiz concluirá con la rueda de prensa que ofrecerán Rajoy, el secretario general iberoamericano, Enrique Iglesias, y el presidente de Panamá, Ricardo Martinelli, que recibirá el testigo para celebrar la cumbre en su país en 2013.

Será previsiblemente la última vez que este evento tenga carácter anual, ya que la mayoría de los mandatarios apuestan por celebrar las cumbres cada dos años y compaginarlas con las reuniones de alto nivel que celebra la UE con Latinoamérica.