La Comisión Europea (CE) decidió mantener casi intactas las cifras globales en su nueva propuesta de presupuesto para 2013, dada a conocer ayer después de que Gobiernos y Eurocámara no lograsen ponerse de acuerdo sobre el plan inicial.

"Al 99% es la misma propuesta en términos de cifras", explicó el portavoz comunitario de Presupuestos, Patrizio Fiorilli.

Así, la CE propone para 2013 unos pagos ligeramente por debajo de los planteados en su primera idea (137.797 millones de euros frente a 137.924 millones) y unos compromisos algo por encima (151.058 millones frente a 150.931 millones).

La continuidad en los números responde a que Bruselas elabora esas cuentas en base a estimaciones nacionales, que no han cambiado, y a que el desacuerdo entre el Parlamento Europeo (PE) y los Estados miembros se debió principalmente a cuestiones de "procedimiento" y no de cifras, según Fiorilli.

Bruselas, en todo caso, confía en que la nueva propuesta ayude a lograr un acuerdo entre las dos instituciones presupuestarias, que fracasaron hace unos diez días cuando la Eurocámara dio por muertas las negociaciones al negarse los países a aportar al menos 7.000 millones de euros adicionales al presupuesto de 2012.

Esos fondos extraordinarios están destinados a evitar impagos en programas como Erasmus o en las políticas de cohesión, entre otros.

Recortes

Entre las modificaciones propuestas ayer por la CE para 2013 figuran recortes en las partidas de administración y de preservación del medio ambiente respecto a su plan inicial, mientras que otros capítulos registran pequeñas subidas.

La propuesta original presentada por la Comisión para 2013 preveía un aumento del 6,8% en los pagos respecto a 2012 y un 2% en los compromisos, unas cifras que se mantienen casi sin variación ahora.

El comisario europeo de Presupuesto, Janusz Lewandowski, recordó ayer que "el grueso del presupuesto de la UE consiste en pagos o reembolsos a cientos de miles de beneficiarios en toda Europa, como ciudades y regiones, estudiantes, investigadores médicos, ONG y empresas".

"Al comienzo del actual periodo financiero, los Gobiernos nacionales seleccionaron los proyectos cofinanciados por la UE, ahora esos proyectos se acercan a su conclusión y la UE debe pagar esas facturas", subrayó.