Los principales partidos políticos de México se enfrascaron en los últimos días en intensas negociaciones que frustraron hoy los planes del presidente entrante, Enrique Peña Nieto, para dar forma a su Gobierno y definir la agenda política de los próximos años.

En una inusual coincidencia, el izquierdista Partido de la Revolución Democrática (PRD) y el conservador Acción Nacional (PAN) pusieron freno en el Senado a una iniciativa de Peña Nieto para cambiar la estructura del Gobierno federal.

Peña Nieto, quien asumirá la Presidencia del país el 1 de diciembre, anunció el pasado 14 de noviembre que quería eliminar las carteras de Seguridad Pública y de Función Pública, cuyas atribuciones serían absorbidas por otras dependencias oficiales, para reducir de 18 a 16 los puestos en el Gobierno federal.

Para ello era necesario reformar la ley orgánica que fija el nombre de los diferentes ministerios y sus funciones, pero al no ser aprobada la propuesta en el Senado esta noche, Peña tendrá que nombrar su gabinete de acuerdo con los parámetros anteriores, incluyendo a dos titulares provisionales de las carteras que quiere suprimir.

El equipo de Peña Nieto informó hoy que la lista del nuevo gabinete será dada a conocer mañana a las 14.00 hora local (20.00 GMT), horas antes de que se produzca el relevo entre el mandatario saliente, Felipe Calderón, y el entrante.

Desde las últimas horas los senadores mexicanos estaban intentando acelerar sus negociaciones para poder cerrar la reforma legal necesaria, aprobada previamente por la Cámara de Diputados.

Pero las conversaciones fracasaron y el Senado, después de instalar su sesión tras ocho horas de negociaciones en los pasillos, la cerró minutos después, convocando a la cámara alta de nuevo para el próximo martes.

La iniciativa quedó atrancada cuando el PRD y el PAN pidieron que los nuevos jefes policiales tengan que ser ratificados por el Senado, entre otras garantías adicionales.

El Partido Revolucionario Institucional (PRI), en una oferta de última hora, se comprometió a revisar ese tema la semana próxima, a condición de que pasara la iniciativa legal tal y como había sido aprobada por la Cámara de Diputados, lo que permitiría aprobar de inmediato la reforma legal.

Pero la oferta del partido de Peña Nieto no fue aceptada por las otras fuerzas políticas. "Técnicamente esa opción no es posible", afirmó el presidente del Senado y dirigente del PAN en ese órgano legislativo, Ernesto Cordero.

Por su parte, el coordinador senatorial del PRD, Miguel Barbosa indicó que su partido tiene toda la disposición de seguir dialogando y que espera que para la próxima sesión existan las condiciones para modificar la propuesta para dar origen a una ley que "ayude a un buen gobierno".

Peña Nieto vio frustrada también su intención de iniciar su mandato con un "gran acuerdo nacional" entre las principales fuerzas políticas sobre las reformas pendientes en el país.

El lunes pasado, las direcciones nacionales del PRI, PAN y PRD anunciaron que realizaban negociaciones con el equipo de transición de Peña Nieto para concretar ese pacto sobre la agenda política del país.

El equipo de Peña Nieto quería que el documento fuera suscrito este jueves en la ciudad de Querétaro, pero el líder nacional del PRD, Jesús Zambrano, advirtió la víspera que no firmaría acuerdo alguno con otras fuerzas políticas antes de la toma de posesión de Peña Nieto el próximo sábado.

En una inusitada rueda de prensa con sus contrapartes del PRI y del PAN, Zambrano reconoció hoy que en su partido hay "tensiones internas importantes" en torno al acuerdo y el acercamiento con el equipo de Peña.

El PRD encabezó una coalición de izquierda en las elecciones del 1 de julio y su candidato presidencial, Andrés Manuel López Obrador, quedó en segundo lugar en la votación detrás de Peña Nieto.

Los tres líderes partidistas manifestaron hoy su voluntad para lograr un pacto nacional que permita sacar adelante las grandes reformas del país, pero no pusieron fecha a la firma ni hablaron de su contenido.

"Hemos hecho un esfuerzo de construcción política (...) para empujar un acuerdo nacional que ponga por encima de los intereses y las visiones particulares de cada partido", dijo el presidente del Pan, Gustavo Madero, que consideró "histórico" el proyecto que "busca impulsar las grandes reformas que México necesita".

A su vez, el líder del PRI, Pedro Joaquín Coldwell, declaró que "uno de los mayores reclamos" de la sociedad a los partidos es que "han abusado de las confrontaciones", por lo que es tiempo de "alcanzar acuerdos en lo fundamental, que se traduzcan en reformas y en políticas públicas que ayuden a la buena marcha del país".

Con Peña Nieto, el PRI recupera el próximo sábado el poder que ejerció durante más de siete décadas hasta el año 2000, cuando fue derrotado en las urnas por el Partido Acción Nacional (PAN), al que pertenece el presidente saliente, Felipe Calderón.