Unos 80 cadáveres sin identificar fueron hallados ayer en el río Queiq, que atraviesa la ciudad siria de Alepo, en el norte del país, informaron distintos grupos opositores y de derechos humanos.

La Comisión General de la Revolución Siria afirmó en un comunicado que se encontraron más de 80 cadáveres, la mayoría de los cuales presentaban señales de tortura y las manos atadas, en ese río a la altura del barrio de Bustan al Qasr, en Alepo.

Por su parte, los Comités de Coordinación Local también señalaron que se hallaron 80 cuerpos sin vida, mientras que el Observatorio Sirio de Derechos Humanos confirmó la presencia de 65, aunque no descartó que su número sea mayor.

Este último grupo precisó que los cadáveres tenían disparos en la cabeza y que las edades de las víctimas oscilaban entre los 20 y los 30 años.

La Comisión apuntó, además, que nueve personas fallecieron, entre ellas cuatro menores y tres mujeres, por los bombardeos de las fuerzas del régimen en la localidad de Safira, en la periferia de Alepo.

Estas informaciones no han podido ser verificadas de forma independiente debido a las restricciones impuestas por las autoridades sirias a los periodistas para trabajar.

Al menos 60.000 personas han perdido la vida en el conflicto sirio desde marzo de 2011 hasta noviembre de 2012, de acuerdo con los últimos datos de la ONU.

Por otra parte, el grupo islamista Brigadas de los Libres del Sham, integrante del autodenominado Frente Islámico Sirio (FIS), anunció ayer que ha tomado el control de la prisión central de Idleb (norte), en un comunicado difundido en Facebook.

"Gracias a Alá, ha sido liberada la cárcel central de Idleb y ahora está bajo el control de los muyahidines (guerreros santos) después de un largo asedio", afirmó la organización.

Sin embargo, el opositor Observatorio Sirio de Derechos Humanos señaló que todavía quedan efectivos del régimen en la prisión, aunque dijo que las Brigadas de los Libres de Sham, en colaboración con los Halcones del Sham, han tomado casi su control total.