El secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, anunció hoy que en la Conferencia de Donantes de Siria, que se celebra en Kuwait, se ha prometido una ayuda de más de 1.500 millones de dólares para asistir al pueblo sirio.

Al final de la reunión, Ban destacó que se ha superado el objetivo de recaudar esa cantidad en concepto de ayuda humanitaria urgente, según las declaraciones difundidas por la agencia de noticias oficial kuwaití, Kuna.

Por su parte, la ministra kuwaití de Estado para los Asuntos de Planificación y Desarrollo, Rula Dashti, expresó su satisfacción porque el valor de las donaciones es mayor a la cifra demandada por la ONU para cubrir las necesidades urgentes del pueblo sirio.

El objetivo de esta conferencia, a la que asistieron varios jefes de Estado como el rey Abdalá II de Jordania, el presidente libanés, Michel Suleimán, y el tunecino, Moncef Marzuki, era recaudar los 1.500 millones que la ONU calcula que necesita para su plan humanitario de los próximos seis meses.

Los principales donantes son Arabia Saudí, Emiratos Árabes Unidos y Kuwait, que han prometido una donación de 300 millones de dólares cada uno.

Además, la Casa Blanca anunció ayer una partida adicional de 155 millones de dólares, con los que suma una ayuda total de 365 millones de dólares.

Mientras, la Comisión Europea dijo también que aportará otros 100 millones de euros (unos 134 millones de dólares) adicionales a los 100 ya desembolsados.

Durante la inauguración de la cumbre, Ban advirtió de que este tipo de asistencia "no puede resolver por sí sola la crisis, que no se va a solucionar a menos que haya una salida política" e instó al régimen sirio a frenar la violencia.

A la cita en Kuwait también acudió la secretaria general adjunta para Asuntos Humanitarios de la ONU, Valerie Amos, que explicó que 519 millones de dólares serán destinados a "diez sectores para asistir a los más afectados y rehabilitar las infraestructuras destruidas".

La celebración de esta reunión coincide con el aumento del número de sirios que han huido a otros países y que ya ascienden a más de 600.000, según los últimos datos de la agencia de la ONU para los Refugiados (ACNUR).