Más de 250 personas resultaron heridas o contusionadas hoy a causa de la caída de un meteorito en la región de Cheliábinsk, en los montes Urales, según los últimos datos actualizados del Ministerio del Interior de Rusia.

"En este momento tenemos información acerca de 250 heridos. El estado de tres de ellos es grave", dijo un portavoz de esa cartera a la agencia Interfax.

Al menos cinco personas han sido hospitalizadas "con profundos cortes de cristal", dijo el jefe del Centro Nacional de Situaciones de Crisis del Ministerio de Emergencias ruso, Vladímir Stepánov.

Los fragmentos del meteorito han causado daños por lo menos en seis ciudades de los alrededores del punto donde cayó el cuerpo astral.

"La policía realiza un seguimiento e inspección de los núcleos de población para determinar nuevos lugares afectados por la caída", explicó el portavoz de Interior.

Agregó que patrullas policiales vigilan los edificios que presentan daños y sufrieron la pérdida de su cristales.

El meteorito cayó a unos 80 kilómetros de la ciudad de Satka, cabecera del distrito del mismo nombre, sobre las 09.20 hora local (03.20 GMT).

La caída del cuerpo celeste se acompañó de fuerte explosiones, según testigos citados por la radio Eco de Moscú, que en un primer momento creyeron que había estallado un avión en vuelo.

El meteorito pesaba varias toneladas y podía tener varias decenas de metros de longitud, según científicos consultados por los medios rusos.

"Era una meteorito bastante grande, puede que de varias decenas de metros de longitud. (...) Los cuerpos de menos de 50 metros se desintegran casi siempre en la atmósfera, y si no se queman en su totalidad, a la Tierra llegan pequeños fragmentos", dijo Nikolái Zheleznov, experto del Instituto de Astronomía Aplicada.

Serguéi Smirnov, científico del Observatorio astronómico de Pulkovo, apuntó que el objeto "con una masa de varias decenas de toneladas, seguramente, que se pudo ver con claridad en el cielo".

Algunos medios informaron de que sobre los Urales había caído una lluvia de meteoritos.

"No ha sido una lluvia de meteoritos, sino un meteorito que se desintegró en la capas bajas de la atmósfera", dijo a la agencia Interfax la portavoz del Ministerio de Rusia para Situaciones de Emergencia, Elena Smirnij.

Agregó que la onda expansiva provocada por la caída del cuerpo celeste hizo saltar los cristales "en algunas viviendas de la región".

La portavoz de Emergencia, la caída del meteorito no influyó en los niveles de radiación, que se mantienen dentro de los parámetros habituales para la región.

Rosatom, la agencia rusa para la energía atómica, informó de que sus instalaciones los Urales no sufrieron daños a consecuencia de la caída del meteorito.