La comisionada del Gobierno alemán para la Integración, María Böhmer, ha exigido soluciones a largo plazo para facilitar la asimilación de inmigrantes pobres procedentes de países del este europeo como Bulgaria y Rumanía.

Con motivo de la reunión hoy de los titulares de Interior de la UE para tratar sobre la adhesión de esos países al espacio de Schengen, Böhmer subrayó que el problema persistirá mientras existan grandes diferencias de bienestar entre los socios de la Unión.

"Debemos acostumbrarnos a la idea de que esa gente viene para quedarse largo tiempo", afirma la comisionada en declaraciones que publica hoy el rotativo Mannheimer Morgen, en las que recuerda que "los ciudadanos de la UE disfrutan en Alemania de libertad de movimientos".

Añade que "necesitamos para los movimientos migratorios en el seno de la UE desde un principio ofertas de integración de gran alcance", al referirse a la entrada en vigor el 1 de enero de 2014 del libre movimiento de los ciudadanos búlgaros y rumanos.

Böhmer exige en ese sentido aumentar la oferta para aprender alemán tanto para los adultos como para los niños inmigrantes y subraya que "en el pasado esto se descuidó con los inmigrantes y tuvimos que pagar por ello un alto precio".

Ayuntamientos, que cargan generalmente con los costes de la asimilación de la inmigración, y políticos conservadores han advertido en las últimas semanas sobre las elevadas cargadas para el sistema social que suponen los inmigrantes pobres procedentes del sureste europeo.

El ministro alemán de Interior, el socialcristiano bávaro Hans Peter Friedrich, ha amenazado incluso con vetar hoy en Bruselas la decisión de abrir las fronteras completamente a los ciudadanos de Bulgaria y rumanía.