La comunidad internacional cumplió ayer su promesa de plantar cara a las "amenazas y provocaciones" de Corea del Norte por su programa nuclear, y aprobó una batería de nuevas y contundentes sanciones contra Pyongyang para limitar sus movimientos financieros y aislar más al régimen.

En una muestra de unidad poco común en la ONU, el Consejo de Seguridad aprobó una dura resolución que refuerza las actuales sanciones e incluye nuevas restricciones a Corea del Norte, que ha amenazado con responder con un "ataque nuclear preventivo" contra Estados Unidos. "La dureza, amplitud y gravedad de estas sanciones elevará el precio que pagará Corea del Norte por su programa nuclear ilícito", advirtió la embajadora estadounidense, Susan Rice.