El Ejército mexicano capturó a 34 miembros de un grupo autodenominado "Policía Comunitaria", a los que se considera presuntos sicarios de la delincuencia organizada que opera en el estado de Michoacán, en el oeste de México, informaron hoy fuentes oficiales.

La Procuraduría General de la República (PGR) informó de que los presuntos pistoleros fueron arrestados en el poblado Felipe Carrillo Puerto, también conocido como La Ruana, y ubicado en el municipio de Buenavista, en el estado de Michoacán.

El grupo fue detenido en un operativo especial implementado por militares en la región de Tierra caliente de Michoacán, al que pertenece Buenavista.

El grupo armado mantenía en su poder a siete policías locales de Buenavista, entre ellos al director de la Policía Municipal, a quienes el sábado 23 de febrero despojaron de dos patrullas y siete armas de fuego.

Los policías fueron secuestrados en sus viviendas durante el fin de semana pasado, y eran mantenidos en la plaza principal de La Ruana.

La fiscalía federal reveló que al momento de ser capturados los ahora detenidos vestían playeras con la leyenda "Policía Comunitaria", tenían tapados sus rostros y portaban un total de 33 escopetas y rifles de asalto AK-47 y AR-15.

Los presuntos sicarios también tenían en su poder 12 pistolas de diversos calibres, cien cargadores para rifles y armas cortas, así como 3.000 balas.

Los soldados decomisaron además dos vehículos de lujo y una camioneta.

Fuentes del Ejército señalaron a los 34 hombres como pertenecientes a un grupo armado afín a la organización del narcotráfico denominada "Cártel Nueva General de Jalisco" (CNGJ) que mantiene una fuerte disputa con el cártel de los "Caballeros Templarios", los cuales controlan la producción y tráfico de drogas en Michoacán.

Los ahora detenidos anunciaron el sábado 23 de febrero el nacimiento de dos "Policías Comunitarias" en Buenavista y en el municipio vecino de Tepalcatepec, asegurando que formaban parte de la sociedad civil y que combatirían a "Los Caballeros Templarios".

"Los Caballeros Templarios" respondieron tres días después con una manta (anuncio) colocada en el municipio de Apatzingán, en la que acusaban a ambos grupos de ser células de sicarios al servicio del CNGJ.