Al menos 20 personas murieron hoy en Nigeria en una fuerte explosión ocurrida en una estación de autobuses de la ciudad septentrional de Kano, informaron a Efe por teléfono testigos presenciales.

Los testigos dijeron haber visto unos veinte cadáveres en el lugar del siniestro.

Por su parte, el diario local "Daily Post", que citó como fuente a residentes de Kano, indicó que "más de veinte" personas murieron y decenas resultaron heridas de diversa consideración.

La explosión fue, al parecer, provocada por una bomba, que estalló en el New Road Motor Park sobre las 18:00 hora local (17:00 GMT), aseguraron fuentes de la Fuerza de Acción Conjunta (JTF) del Ejército nigeriano al "Daily Post".

La estación se encuentra en el barrio de Sabon Gari, cuya población es predominantemente cristiana.

En un comunicado, el presidente de Nigeria, Goodluck Jonathan, condenó el ataque, advirtió de que su Gobierno continuará su "guerra implacable contra el terrorismo en el país" y ofreció su apoyo a las víctimas.

De momento, se desconoce la autoría del ataque, si bien Kano es feudo de la secta radical islámica Boko Haram, responsable de numerosos atentados en el norte de Nigeria desde 2009.

Boko Haram significa en lenguas locales "la educación no islámica es pecado", y sus miembros luchan supuestamente por imponer la ley islámica en el país, de mayoría musulmana en el norte y preponderancia cristiana en el sur.

Desde 2009, los radicales mantienen una sangrienta campaña que ha causado unos 1.400 muertos, según la organización de defensa de los derechos humanos Human Rights Watch (HRW), aunque el Ejército de Nigeria asegura que las víctimas son más de 3.000.

Con unos 170 millones de habitantes integrados en más de 200 grupos tribales, Nigeria, el país más poblado de África, sufre múltiples tensiones por sus profundas diferencias políticas, económicas, religiosas y territoriales.