Decenas de miles de franceses se manifestaron ayer en París para solicitar la retirada del proyecto que legaliza el matrimonio entre personas del mismo sexo, a dos días de su aprobación definitiva en el Parlamento, prevista para mañana.

Se trata de la tercera gran manifestación que tiene lugar desde que comenzó el debate sobre el matrimonio homosexual, uno de los compromisos electorales del presidente, François Hollande.

Numéricamente, la manifestación ha sido inferior a las otras y ha reunido a 45.000 personas según la policía, una cifra que los organizadores elevan hasta los 270.000.

El 13 de enero pasado aseguraron haber reunido un millón de manifestantes (300.000 según la policía) y el 24 de marzo 1,4 millones (340.000 para las autoridades).

Pero los organizadores restaron importancia al descenso de la participación, ya que afirmaron que la manifestación se improvisó después de que el Gobierno acelerara el trámite parlamentario para adoptar la ley, lo que les privó de tiempo para organizar la jornada y el traslado de personas de otras regiones. Pese a esas circunstancias, consideraron "un éxito" la manifestación que, según sus portavoces, "vuelve a poner de manifiesto que los franceses están en desacuerdo con esa ley". En la protesta participaron varios diputados conservadores.