Los gobiernos europeos continúan divididos sobre la conveniencia o no de levantar parcialmente el embargo de armas a Siria y equipar a la oposición que resiste al régimen de Bashar al Assad, por lo que las negociaciones continuarán esta noche en Bruselas, en donde los ministros de Exteriores de la UE tratan de cerrar un acuerdo contra reloj.

El actual régimen de sanciones que establece las condiciones del embargo de armas expira el próximo 31 de mayo y los países tratan de acordar una prórroga que impida que, a partir del 1 de junio, cada Estado miembro tenga libertad para decidir individualmente si armar a la oposición.

Los jefes de la diplomacia europea han tomado un receso pasadas las 20:20 horas para participar en una cena oficial prevista con anterioridad con los países candidatos a ingresar en la Unión Europea. Más tarde tienen previsto retomar los contactos que mantienen desde primera hora del lunes para intentar cerrar un acuerdo sobre Siria.

El ministro alemán, Guido Westerwelle, ha dicho que las negociaciones están siendo "muy difíciles", pero que seguirán trabajando esta noche para lograr un acuerdo. También el ministro español, Jose Manuel García-Margallo, ha confirmado que los 27 reanudarán la sesión en torno a las 22:00 horas, pero ha evitado dar detalles sobre cuáles son las principales diferencias.

Sin embargo, el vicecanciller y ministro de Exteriores austríaco, Michael Spindelegger, se ha mostrado mucho más pesimista y ha afirmado que "no hay consenso". Spindelegger ha considerado "lamentable que después de tanto esfuerzo y tiempo no hayamos podido alcanzar un acuerdo".

"El hecho es que no hay consenso y eso significa que el régimen de sanciones no se prorrogará", lo que implicará que cada país tome sus propias decisiones, ha advertido el austríaco, partidario de extender dos meses la situación actual y dejar para más adelante la decisión definitiva.

Las delegaciones discuten distintas opciones que van desde prorrogar el ''status quo'' un par de meses hasta levantar totalmente las restricciones a la oposición, pero la fórmula más plausible por los apoyos con que cuenta es la "renovación del embargo actual pero con nuevas excepciones". El objetivo de estas enmiendas sería proporcionar armamento letal a la oposición, con el argumento de permitirles proteger a la población civil, según han informado fuentes diplomáticas.

Esta opción, que cuenta con el visto bueno de Francia y España, fija una serie de condiciones aún por cerrar y que incluyen elementos como que el beneficiario de las armas sea el Consejo Nacional Sirio, que sirva para proteger a los civiles y que las entregas se estudien "caso por caso". También contempla salvaguardas para controlar que no hay un "mal uso" del material y para vigilar la fecha, el itinerario y la entrega de las armas, de acuerdo al compromiso sobre la mesa.

La prorrogaría podría ser de hasta doce meses, pero quedaría de momento en suspenso a la espera de conocer los resultados de la conferencia de paz de Ginebra, prevista para mediados de junio, pero sin una fecha de momento. Con todo, la cláusula fijaría el 1 de agosto como fecha tope para tomar una decisión formal en el seno de los 27.

Una de las diferencias en este punto que separa a los Estados miembros es si sería necesario que los Veintisiete autoricen formalmente de nuevo, tras los resultados de Ginebra, la decisión de entregar armas a la oposición. Reino Unido, principal defensor de armar a la oposición, rechaza que sea necesaria una nueva decisión si en esta sesión se pacta suavizar el embargo, mientras que otros como Austria piden esa condición.

En un receso previo en las negociaciones, la titular italiana, Emma Bonino, ha concedido que al comienzo de la jornada las posiciones eran "casi irreconciliables", pero ha confinado en un acuerdo para evitar también que la UE fuera una "víctima institucional" del fracaso de las negociaciones. Al tiempo que ha advertido sobre la necesidad de centrar los esfuerzos también en la celebración de la conferencia de Ginebra porque, ha dicho, "es algo que por ahora no está tan claro".

Por su parte, el ministro portugués, Paulo Portas, ha explicado las reservas de su Gobierno a suavizar el embargo en que podría mermar las perspectivas de éxito de los esfuerzos diplomáticos. "Introducir en este momento más armamento letal en un conflicto que tiene ya un carácter doloroso y con una conferencia de paz a la vista, puede no ser la mejor decisión", ha dicho en un receso de las negociaciones.