El viceministro de Exteriores ruso, Serguéi Riábkov, declaró hoy que el levantamiento de embargo de armas a la oposición siria por la Unión Europea muestra su "doble rasero" y podría perjudicar la conferencia internacional sobre Siria propuesta por Moscú y Washington.

"Es reflejo de un doble rasero y un daño directo a los planes de convocar la conferencia internacional (sobre Siria) que acordaron el ministro de Asuntos Exteriores de Rusia, Serguéi Lavrov, y el secretario de Estado estadounidense, John Kerry", dijo Riabkov a la prensa, citado por la agencia Interfax.

Agregó que la decisión de los Veintisiete está reñida con "el espíritu y la letra del Tratado Internacional sobre Comercio de Armas, que se abrirá para su firma el próximo 3 de junio".

Aunque la UE levantó el embargo, los Veintisiete se comprometieron a no suministrar armamento a la oposición antes del próximo 1 de agosto con el fin de "dar una oportunidad al diálogo", según explicó el ministro español de Asuntos Exteriores, José Manuel García-Margallo.

Poco después de que Lavrov y Kerry se reunieran hoy en París para preparar la conferencia internacional, Riabkov apuntó que Moscú y Washington no logran acercar posturas en algunos aspectos relativos al arreglo del conflicto sirio.

"No podemos acudir a esta cita (conferencia sobre Siria) cuando los socios y sus potenciales participantes tratan de imponer al pueblo sirio decisiones desde fuera, incluida la determinación a priori del resultado del proceso de transición cuyos parámetros aún deben ser decididos", se quejó el número dos de la diplomacia rusa.

Tres semanas después de la propuesta ruso-estadounidense, "no hemos llegado al punto en el que podamos hablar de un amplio consenso internacional, que incluya a EEUU y otros países, sobre los parámetros de la conferencia internacional sobre Siria", dijo Riabkov.

El diplomático ruso repasó las principales diferencias que dividen a Moscú y Washington sobre la cita internacional que se celebrará en Ginebra.

Rusia insiste en que los opositores sirios deben llevar a Ginebra "una delegación representativa, capaz de tomar decisiones en nombre de toda la oposición".

Al mismo tiempo los opositores deben renunciar "a los intentos de usar la propia conferencia como instrumento para apartar del poder al (presidente sirio) Bachar al Asad", señaló Riabkov.

Además, Moscú presiona para que acudan a la conferencia Irán, Egipto y Arabia Saudí, países de la región que no estuvieron en otra cita similar celebrada también en Ginebra hace un año, a finales de junio de 2012.

"Nuestros socios, lamentablemente, han adoptado una rígida postura y no quieren permitir que acudan los iraníes, un error si se tiene en cuenta la influencia de Teherán sobre la situación siria y en general, la influencia que tienen en la región", aseveró el viceministro ruso.