La huelga general en Grecia en apoyo a los trabajadores de la radiotelevisión pública ERT clausurada este miércoles tuvo hoy un seguimiento dispar, fuerte en el sector público y prácticamente nulo en el privado.

Numerosa fue, en cambio, la participación en la manifestación de protesta contra el cierre de ERT ante la central del ente público.

En el exterior del recinto se congregaron al menos 10.000 personas, según la policía, y el doble según los sindicatos, que se sumaron a los varios millares que se encontraban en el interior del complejo.

Los manifestantes portaban pancartas en las que se podían leer consignas relacionadas con el cierre de la televisión como "Frecuencias para la sociedad, no para el poder" o "Resistid al totalitarismo", en alusión al cierre por decreto y sin previo aviso del ente.

Otros llevaban pancartas en las que pedían la caída del Gobierno, la salida de la Eurozona y hasta de la Unión Europea (UE).

Según indicó un portavoz del sindicato del sector público, ADEDY, el seguimiento en dicho sector osciló entre el 50 y el 75 %, dependiendo del área.

En el transporte público, por ejemplo, el paro de autobuses, trolebuses y trenes fue absoluto, mientras que el metro solo dejó de funcionar en el turno de noche y circuló con normalidad a partir de las nueve de la mañana.

La decisión de operar con normalidad durante el día había sido decidida por el propio sindicato, con el objetivo de facilitar la participación de los ciudadanos en la manifestación de protesta contra el cierre de ERT.

Las escuelas funcionaron con normalidad, pues desde hace un mes los maestros están bajo movilización forzosa, decidida por el Gobierno durante el periodo de exámenes.

Los hospitales solo ofrecieron servicios mínimos, pero las consultas de médicos funcionaron con normalidad, porque el colegio de médicos no se había sumado a la huelga.

Los controladores aéreos pararán esta tarde durante dos horas, pero las aerolíneas han podido cambiar la programación de vuelos, de forma que solo habrá retrasos pero no cancelaciones.

El comercio y la industria funcionaron con práctica normalidad, con excepción de la banca, que atendió la convocatoria del sindicato de ese sector.