Corea del Norte ofreció ayer a EEUU mantener conversaciones de alto nivel para aliviar tensiones regionales en un nuevo gesto de acercamiento tras su campaña de amenazas de marzo y abril, aunque se negó a hacer concesiones en su programa nuclear como condición previa.

En un documento remitido por la Comisión Nacional de Defensa, Pyongyang invitó a Washington a sentarse a negociar "para rebajar las tensiones en la península coreana y establecer la paz y la seguridad a nivel regional", aunque advirtió que para ello el Gobierno estadounidense "no debería hablar de condiciones previas".

El máximo órgano militar norcoreano dejó claro que mantendrá su apuesta atómica hasta que Washington no deje de "intimidar" al país asiático, algo que según el régimen Juche no sucederá hasta que el Pentágono desmantele su arsenal nuclear.

"Nuestra desnuclearización implica la desnuclearización de la península coreana, lo que incluye a Corea del Sur, y también la desnuclearización más minuciosa, destinada a poner fin por completo a las amenazas nucleares de Estados Unidos contra nosotros", afirmó en el documento.

Pese al prudente silencio que ha mantenido el Departamento de Estado, los expertos ven escasas posibilidades de que Washington acepte la oferta, ya que la administración Obama ha insistido en que solo dialogará si antes Pyongyang emprende acciones que certifiquen su voluntad desnuclearizadora. Ambos países lograron acordar en febrero de 2012 una moratoria norcoreana en lo que respecta a sus programas atómicos y de misiles a cambio de cientos de miles de toneladas de ayuda alimentaria estadounidense.