Los líderes de los países más industrializados (G8) se reúnen hoy y mañana en un idílico paraje de Irlanda del Norte para tratar, desde posiciones diversas, el conflicto en Siria y la situación económica mundial.

Entre fuertes medidas de seguridad, los primeros ministros o presidentes de Estados Unidos, Japón, Francia, Italia, Canadá, Alemania, Rusia y el anfitrión Reino Unido comienzan a las 15.45 GMT en Lough Erne una cumbre de apenas 24 horas, con una agenda muy apretada, que incluye asuntos como la lucha contra el terrorismo, la evasión fiscal y la liberalización comercial.

Previamente el presidente de EEUU, Barack Obama, pronunciará un discurso a las 8.30 GMT en el ayuntamiento de Belfast para expresar su respaldo al afianzamiento de la paz entre dos comunidades divididas durante décadas en Irlanda del Norte.

Obama llega a la cumbre del G8 precedido por su confirmación de que Bachar al Asad ha usado armas químicas contra los rebeldes, posición que apoya el británico David Cameron, mientras el ruso Vladimir Putin sigue expresando rechazo frontal a cualquier intento de desestabilizar al régimen sirio.

Este domingo Cameron y Putin mantuvieron un encuentro en Londres en el que aseguraron que buscarán acercar posiciones en la cumbre del G8, y hoy el presidente ruso mantendrá otra reunión bilateral con Obama con la crisis siria como telón de fondo.

Además, esta reunión empieza en medio de una polémica por las revelaciones hoy del diario "The Guardian" sobre las actividades del centro de escuchas británico GCHQ durante la cumbre del Grupo de los Veinte (países ricos y emergentes) celebrada en Londres en 2009.

Según la información, el Gobierno británico de entonces -a cargo del laborista Gordon Brown- ordenó espiar los teléfonos y ordenadores de las delegaciones que participaron en esa cumbre.

El periódico afirma haber tenido acceso a documentos clasificados en los que se confirmaría un "espionaje sistemático" llevado a cabo por el centro de escuchas GCHQ por el que se interceptaron los teléfonos de políticos y funcionarios extranjeros participantes en esas reuniones y se vigilaron sus computadoras.

Los documentos habrían sido entregados a "The Guardian" por Edward Snowden, el exempleado de la CIA que ha sido fuente de las filtraciones sobre el masivo programa de espionaje estadounidense que han sacudido en las últimas semanas al Gobierno de Barack Obama.

La cumbre del G8, ensombrecida en los últimos años por el G20, celebrará hoy una sesión sobre la situación económica global, en la que la alemana Angela Merkel, el japonés Shinzo Abe y el francés François Hollande evidenciarán sus diferencias.

Especialmente el primer ministro nipón, que ha impulsado una agresiva política de flexibilización monetaria y un aumento del gasto público en busca de revitalizar el crecimiento que choca con los planes de austeridad dominantes en Europa.

Más tarde, después de una ronda de contactos bilaterales, los ocho líderes hablarán en la cena de política exterior, donde de nuevo aflorará el conflicto sirio.

El escenario de su reunión es un lujoso y aislado hotel de Lough Erne, al borde de un lago y entre verdes campos irlandeses, donde se han desplegado más de 8.000 policías que tratarán de que nadie se acerque al complejo, protegido por una valla de siete kilómetros.

Mañana martes será el turno de la política antiterrorista una vez se reanude la cumbre a las 7.30 GMT después de una nueva sesión de encuentros bilaterales.

Además, los líderes del G8 hablarán de transparencia, comercio e impuestos en el almuerzo, al que ha asistirá el presidente de México, Enrique Peña Nieto, como un invitado especial.

Son los tres temas que el anfitrión David Cameron quiere impulsar en este G8, especialmente un acuerdo para luchar contra el fraude y la evasión fiscal que ya protagonizó una reciente reunión en Londres de los ministros de Finanzas del G7 (países ricos).

La cumbre del G8 de Irlanda del Norte concluirá el martes con una rueda de prensa de Cameron prevista para las 14.30 GMT, seguida de las habituales comparecencias del resto de líderes ante sus delegaciones.

Será entonces el turno de que David Cameron entregue el testigo a Vladimir Putin ya que la presidencia del G8 será asumida por Rusia.