El primer ministro británico, David Cameron, admitió hoy sus temores sobre la actividad de los sectores radicales entre la oposición siria, pero insistió en la necesidad de apoyar a quienes están a favor de la democracia.

Antes del comienzo hoy de la cumbre del Grupo de los Ocho (G8, países ricos y Rusia) que se celebra cerca de la localidad norirlandesa de Enniskillen, Cameron dijo a los medios británicos que lo importante es estar del lado de los sirios que quieren "un futuro democrático y pacífico para su país".

Se espera que el conflicto en Siria sea uno de los puntos que aborden hoy y mañana los líderes del Reino Unido, EEUU, Canadá, Francia, Alemania, Italia, Japón y Rusia, además de la lucha contra el terrorismo, la evasión fiscal y la liberalización comercial.

"Yo estoy tan preocupado como todo el mundo por los elementos de la oposición siria, que son extremistas, que apoyan el terrorismo y que son un gran peligro para el mundo", dijo el primer ministro.

"Mi argumento es que no deberíamos aceptar que la única alternativa a (el presidente sirio, Bachar al) Asad es el terrorismo y la violencia. Deberíamos estar del lado de los sirios que quieren un futuro democrático y pacífico", insistió.

Esta oposición que respeta los derechos humanos, añadió Cameron, es la que quiere una Siria sin "el hombre que actualmente está utilizando las armas químicas contra ellos".

Según explicó, durante la cumbre del G8 se hará un esfuerzo para poner en marcha una conferencia de paz sobre Siria y apoyar una transición en ese país que permita poner fin al conflicto.

Al mismo tiempo, el primer ministro británico reiteró que su país aún no ha tomado una decisión sobre la entrega de armas a la oposición siria.

El primer ministro se reunió ayer en Londres con el presidente ruso, Vladímir Putin, con el que trató, entre otras cosas, la crisis siria antes del comienzo de la cumbre del G8.

Cameron calificó de "constructiva" esa reunión con Putin, si bien reconoció que los dos tienen sus diferencias sobre el análisis de la situación en el país árabe.

El Gobierno británico indicó la semana pasada que coincide con EEUU en que el régimen sirio ha utilizado armas químicas, entre ellas gas sarín, por lo que ha presentado a las Naciones Unidas pruebas sobre el uso de estos armamentos.

Sin embargo, el Gobierno ruso no ha ocultado su rechazo a cualquier intento de Occidente de suministrar armas a la oposición siria, algo que EEUU parece dispuesto a llevar a cabo.