Las centrales sindicales de Portugal, que preparan una huelga general el día 27, hacen hoy una demostración de fuerza al Gobierno conservador con un controvertido paro de los profesores, el gremio más numeroso de los empleados estatales.

La huelga del sector educativo, para el que trabajan unos 200.000 del cerca de medio millón de asalariados del sector público de este país, de 10,5 millones de habitantes, coincide con uno de los exámenes nacionales más importantes para los alumnos de secundaria.

Los profesores protestan contra los recortes salariales, aumentos de horario de trabajo, movilidad laboral y reducción de personal adoptados en los últimos dos años con el programa de austeridad del rescate financiero luso, que prevé más recortes salariales y del número de empleados públicos.

Las asociaciones de padres de alumnos pidieron medidas para evitar que la huelga perjudicara a los miles de estudiantes de secundaria que tienen hoy el examen nacional de portugués, uno de los que completan el ciclo y dan acceso a la universidad.

Pero el Gobierno y las federaciones de la enseñanza, afiliadas a las dos grandes centrales lusas, la comunista CGTP y la socialista UGT, se acusan mutuamente de la falta de acuerdo para desconvocar el paro o cambiar la fecha del examen.

El ministro luso de Educación, Nuno Crato, responsabilizó a los sindicatos de la falta de acuerdo y aseguro que hay muchos profesores que no quieren hacer esta huelga, que no tiene servicios mínimos.

A su vez varios líderes sindicales y de la izquierda, como el secretario general del Partido Comunista, Jerónimo de Sousa, acusaron al Ejecutivo conservador de no respetar el derecho a la huelga y presionar a los docentes, que han sido convocados por el ministerio a acudir hoy a sus trabajos.

El paro de los profesores, que han protagonizado algunas de las manifestaciones más numerosas de los últimos años en Portugal, se produce en la semana anterior a la cuarta huelga general contra el primer ministro Pedro Passos Coelho.

La Confederación General de Trabajadores de Portugal (CGTP) ha organizado ya tres huelgas generales para protestas contra la política económica del actual Gobierno.

Pero, además de esta, la CGTP y la Unión General de Trabajadores (UGT) solo han convocado juntas otras dos huelgas generales a lo largo de su historia, y una de ellas, la del 24 de noviembre de 2011, fue también contra el Ejecutivo de Passos Coelho.

El paro de los maestros da hoy una muestra de la capacidad de movilización de ambos sindicatos, que han llamado a todos los trabajadores a expresar el próximo día 27 su rechazo a las medidas de austeridad ya adoptadas por el Ejecutivo y a los nuevos recortes de gastos y servicios del Estado previstos en los próximos dos años.

Las centrales reclaman políticas para atajar el desempleo que, con más de un 18 %, aún no da muestras de remitir y casi se ha duplicado en los tres años seguidos de crisis y recesión que lleva Portugal.

También protestan contra las reducciones de personal y salarios, eliminación de pagas extras y subsidios y aumentos de impuestos al salario adoptados por Passos Coelho para reducir el déficit público luso como exigen la UE y el Fondo Monetario Internacional (FMI).

Estos dos organismos concedieron hace dos años el rescate financiero de Portugal, de 78.000 millones de euros, y además de los recortes presupuestarios ya aplicados por el Gobierno luso esperan una reducción permanente de los gastos del Estado en otros 4.700 millones de euros que se debe hacer efectiva antes de 2015.

Según un documento divulgado la semana pasada por el FMI casi la mitad de ese monto será cubierto con ahorros en gastos de personal del sector público y un tercio más en el sistema de pensiones.