El Consejo de Seguridad de la ONU autorizó hoy de forma definitiva el despliegue de la nueva Misión de Naciones Unidas para la Estabilización de Mali (MINUSMA), que entrará en funcionamiento a partir del próximo 1 de julio.

Así lo anunció hoy ante la prensa el presidente de turno del Consejo, el embajador británico Mark Lyall Grant, quien recordó que el despliegue de la nueva misión estaba pendiente de confirmación a la espera de ver la situación de seguridad en el país africano.

"Hay un consenso unánime entre los miembros del Consejo de que debemos movernos a la segunda fase de la recuperación en Mali con el despliegue de MINUSMA", dijo el embajador tras celebrarse una ronda de consultas a puerta cerrada sobre la situación en Mali.

A partir del 1 de julio, y por un periodo inicial de 12 meses, comenzará oficialmente en el país la MINUSMA, en la que participarán 12.640 "cascos azules" y en la que se encuadrará la actual AFISMA, liderada por los países del África Occidental.

El presidente del Consejo de Seguridad explicó que en el máximo órgano de decisión de la ONU se tomaron "muy en serio" los retos de seguridad que afronta Mali y la "fragilidad de la situación", pero de forma unánime los quince miembros dieron luz verde a la misión.

La MINUSMA tendrá como mandato estabilizar las principales ciudades del país, apoyar el restablecimiento de la autoridad del Estado y apoyar la aplicación de la hoja de ruta de transición, incluido el diálogo político nacional y el proceso electoral.

Asimismo, la nueva fuerza deberá encargarse de la protección de la población civil, en especial a mujeres y niños, y al personal de Naciones Unidas, así como la promoción y protección de los derechos humanos en Mali.

Tres grupos radicales islámicos se hicieron con el control de las provincias septentrionales de Mali el verano pasado, apenas tres meses después del triunfo de un levantamiento independentista tuareg lanzado por el Movimiento Nacional de Liberación de Azawad (MNLA).

Esas agrupaciones armadas lanzaron en enero una ofensiva contra las zonas bajo control de Bamako, que no fue contenida hasta la intervención del Ejército francés, iniciada días después de la aprobación de una resolución del Consejo de Seguridad.