El presidente de Airbus, Fabrice Brégier, reconoció que será difícil rentabilizar el nuevo avión de transporte militar A400M que se ensambla en Sevilla con las provisiones que el fabricante tuvo que establecer en 2009 para salvar el programa.

"Ganar dinero es posible gracias a la exportación, pero será difícil", explicó en una entrevista publicada hoy por "Le Figaro" Brégier, que recordó los 4.000 millones de euros que tuvo que encajar en sus cuentas Airbus en 2009 para poder continuar con el contrato de lanzamiento del avión.

En cualquier caso, se mostró confiado en el efecto que tendrá la entrada en servicio de la primera unidad en el Ejército francés, lo que ocurrirá "de aquí a finales de julio".

"Desde que el aparato entre en servicio en las fuerzas francesas y muestre sus capacidades, será un formidable vector de promoción para la exportación", destacó.

Según su evaluación, el mercado mundial para este tipo de aviones, si se excluyen China y Estados Unidos, representará 300 unidades en los próximos 20 años.

Las mayores posibilidades para vender el A400M se dan en Asia, Oriente Medio y en otros países de Europa.

Preguntado sobre las posibilidades de que Estados Unidos lo compre, el presidente del fabricante europeo señaló que cree en sus posibilidades "pero a largo plazo".

Brégier recordó que el año pasado su empresa facturó 2.100 millones de euros en las actividades militares, frente a unas ventas de 40.000 millones, y avanzó que es "una actividad rentable" que "va a crecer con fuerza en los próximos años".

La división Airbus Military debería duplicar su volumen de negocios "de aquí a 2016".

Un A400M participará mañana como estrella en el desfile aéreo con motivo de la Fiesta Nacional francesa sobre la avenida de los Campos Elíseos de París.

En ese mismo avión ya voló, en un ejercicio de exhibición, el presidente francés, François Hollande, el mes pasado durante el Salón Aeronáutico de Le Bourget, en las afueras de París.