El presunto criminal nazi László Csatáry, considerado por el Centro Simon Wiesenthal de Jerusalén como el criminal de guerra nazi más buscado del mundo, murió el sábado pasado en Budapest con 98 años, informó hoy su abogado, Gábor B. Horváth, a la prensa húngara.

El anciano vivía desde julio de 2012 bajo arresto domiciliario, medida que le fue impuesto por la policía húngara después de que el tabloide británico "The Sun" publicara fotos del presunto criminal en su casa.

Tenía pendiente dos juicios, uno de ellos en Hungría y el otro en Eslovaquia, donde el proceso contra él iba a reabrirse este otoño.

Csátary ya había sido condenado a muerte en ausencia por un tribunal popular checoslovaco tras la II Guerra Mundial, pero la condena había sido conmutada por cadena perpetua y el juicio iba a continuar en septiembre.

En junio pasado, también la fiscalía de Budapest presentó cargos, al considerar que, en mayo y junio de 1944, Csatáry "participó activamente y ayudó a las deportaciones" de más de 12.000 judíos húngaros a campos de concentración como el de Auschwitz.

Csatáry "azotaba (a los judíos) con un látigo sin razones especiales y sin considerar el sexo, la edad o la salud de las personas agredidas", reza la acusación.

En octubre de 1944, un golpe de Estado llevó al poder en Hungría al partido filonazi "Cruz flechada", que servía incondicionalmente a los intereses del régimen de Adolf Hitler; como consecuencia, unos 450.000 judíos húngaros fueron deportados y luego asesinados entre 1944 y 1945 en diversos campos de exterminio.

Después de la guerra, Csatáry huyó primero a Checoslovaquia y se instaló luego en Canadá, donde vivió hasta 1997, cuando le retiraron la nacionalidad de ese país por haber mentido sobre su pasado.

Regresó a su país natal donde vivió sin ser demandado por la justicia hasta el verano de 2012.