El Gobierno mexicano anunció hoy una serie de medidas fiscales y macroeconómicas para combatir la baja recaudación tributaria, impulsar el crecimiento e instaurar ventajas sociales de las que carece este país, como un seguro de desempleo.

Los anuncios fueron hechos por el presidente Enrique Peña Nieto, en un discurso que estuvo precedido por la presentación de las propuestas en el Parlamento, que incluyen, además, el presupuesto de gastos e ingresos para el año próximo.

"La reforma hacendaria es una reforma social", dejó claro Peña Nieto en su discurso, de media hora, en la Residencia Presidencial de Los Pinos, ante altos funcionarios y dirigentes políticos del Gobierno y de la oposición convocados este domingo.

Los anuncios se conocen en medio de una desaceleración de la economía mexicana en el primer semestre, por factores externos y externos, lo que ha obligado a las autoridades a revisar a la baja su expectativa de crecimiento económico para este año.

Peña Nieto, en su mensaje, anunció que la reforma fiscal que propone es "íntegra" y busca crear un sistema "justo, simple y transparente".

Como medidas concretas, anunció que, en contra de lo que se había anticipado, no se aplicará el IVA para alimentos y medicinas, una posibilidad que había encontrado una fuerte resistencia de la izquierda, y se mantendrá el IVA en el 16 %.

La propuesta incluye eliminar el Impuesto Empresarial a Tasa Única (IETU) y el Impuesto a los Depósitos en Efectivo, y gravar las ganancias empresariales y las utilidades en el mercado bursátil con un 10 %.

También propone elevar hasta el 32 % el techo del Impuesto Sobre la Renta (ISR), ahora fijado en el 30 %, simplificar las declaraciones tributarias y combatir el empleo informal con una serie de incentivos oficiales.

"Pagarán más lo que más ganen", afirmó Peña Nieto.

En una exposición anterior, el secretario de Hacienda, Luis Videgaray, describió el marco en el que se proponen estas medidas, y citó el hecho de que en México el ingreso tributario es del 13,7 % del PIB, frente al promedio del 18,4 por ciento en Latinoamérica.

Peña Nieto anunció que la reforma fiscal irá acompañada por un "programa de aceleración de crecimiento económico" para dinamizar el mercado interno y apoyar la creación de empleos.

Ese programa implicará corregir las cuentas del Estado para elevar al 0,4 % del PIB el déficit del gasto público este año y del 1,5 % para 2014, por encima del déficit 0 fijado por el gobernante al comienzo de su mandato, el 1 de diciembre pasado.

En el plano social, Peña Nieto dijo que las medidas que propuso hoy formalmente al Parlamento, que incluyen cambios en la Constitución, incluyen compromisos políticos previos, como la creación de un seguro de desempleo, inexistente en este país.

La propuesta oficial establece que ese seguro, que será financiado con contribuciones patronales, permitirá a los desempleados cobrar una prestación hasta por seis meses.

También propuso Peña Nieto una pensión universal para los mayores de 65 años, ahora restringida y financiada con aportes oficiales.

Por otra parte, Peña Nieto dijo que su propuesta incluye "impuestos verdes" para gravar los combustibles de acuerdo a sus niveles de contaminación, y eliminar gradualmente los subsidios a las gasolinas.

También anunció que se aplicarán impuestos a los refrescos azucarados para hacer frente a los altos niveles de obesidad en el país, los segundos más altos entre las economías más desarrolladas del mundo, recordó Peña Nieto.

Asimismo, anunció que la empresa pública Petróleos Mexicanos (Pemex) tendrá un nuevo régimen fiscal, "como cualquier otra empresa petrolera del mundo", lo que le permitirá mayores inversiones, aunque no precisó detalles al respecto.

La reforma fiscal es uno de los pilares de las transformaciones económicas a las que se comprometió Peña Nieto cuando asumió el poder, y sigue a otras presentadas en materia de telecomunicaciones, financiera, educativa y energética.