Miles de opositores rusos volvieron hoy a salir hoy a las calles de Moscú para denunciar el fraude en unos comicios, ésta vez a la Alcaldía de la capital, en los que el domingo resultó reelegido el candidato del Kremlin.

"Por segunda vez intervengo en un mitin dedicado a la falsificación de unas elecciones. Nos intentan engañar", aseguró Alexéi Navalni, líder de la oposición extraparlamentaria, durante un multitudinario mitin en la plaza Bolótnaya de la capital rusa.

El mitin tenía autorización oficial para apenas 2.500 personas, pero finalmente, según algunos medios, congregó a más de 20.000 personas, imagen que rememoró la marea de protestas contra el fraude que hizo temblar al Kremlin tras las parlamentarias de 2011.

"Estoy contento de que en Rusia haya nacido una gran oposición. Estábamos cansados de perder siempre durante los últimos 13-15 años. Cuando sé que uno de cada tres votantes en Moscú nos ha apoyado, sé que esto es una victoria", dijo Navalni, que obtuvo un histórico 27,27 por ciento de los votos.

Este es el mejor resultado obtenido por la oposición extraparlamentaria desde que el presidente ruso, Vladímir Putin, llegara al poder en el año 2000, y un espaldarazo para el movimiento de protesta que había perdido fuelle en los últimos tiempos.

Con todo, Navalni no se conforma, se niega a reconocer como legítimos los resultados y exige repetir el escrutinio de las elecciones municipales, pese a que la Comisión Electoral Municipal (CEM) ya ha otorgado la victoria al candidato del Kremlin.

"Exigimos que se repita el recuento, ya que estoy convencido de que eso conllevará la celebración de una segunda vuelta electoral", dijo Navalni en rueda de prensa.

La mayoría absoluta que, según los datos oficiales, obtuvo el candidato oficialista, Serguéi Sobianin (51,33 por ciento) evitaría la celebración de una segunda vuelta, que exige la oposición.

"Consideramos que los votos deben ser contados otra vez y de manera transparente y pública, en particular en aquellos colegios en los que hubo una excesivamente alta votación en el domicilio", señaló.

Navalni insiste en que dispone de pruebas de que las elecciones fueron falsificadas y advirtió de que si el Gobierno moscovita no acepta repetir el escrutinio, sus partidarios se reservarán el derecho a protestar en las calles.

"Ayer supimos que sabemos ganar. Ahora debemos saber si somos capaces de defender nuestra victoria", proclamó Navalni, al que la Fiscalía remitió hoy una advertencia por escrito contra la desobediencia civil.

Al respecto, su equipo electoral denunció el hecho de que más del 80 por ciento de los 105.000 votos depositados el domingo en los domicilios fueron a parar al candidato del Kremlin y aseguró que en los nuevos distritos de Moscú la falsificación fue "total".

Según la organización Golos (Voto), Sobianin habría recibido un 49,47 por ciento de los votos, mientras el líder opositor obtendría un 27,54 por ciento, con lo que sería necesaria una segunda ronda.

Del resultado que obtenga finalmente el líder de la oposición y bloguero anticorrupción que sacó a la luz los trapos sucios del partido del Kremlin, Rusia Unida, dependerá su futuro, ya que sobre él pesa una condena de cárcel de 5 años por corrupción.

"En este caso, Navalni está llamando a la puerta equivocada. La veracidad del recuento se puede impugnar o en la comisión electoral o en los tribunales", dijo un portavoz de Sobianin, citado por la agencia Interfax.

La fuente indicó que las irregularidades registradas tenían un carácter técnico y que "en ningún caso, se puede hablar de falsificación".

Mientras, Sobianin, cuya investidura ya está anunciada para el 18 de septiembre, llamó a los opositores más radicales a que se resignen y que acepten "la voluntad de la mayoría".

"Los moscovitas no quieren que la ciudad se convierta en una plaza para la lucha política, para la revolución. Los moscovitas (...) han vivido más de una revolución, y dudo que alguien lo desee", aseveró.

La Comisión Electoral comparó las denuncias de Navalni con lo ocurrido en la Revolución Naranja de 2004, en la que la oposición ucraniana logró la repetición de las elecciones por las denuncias de fraude.

"Como perdimos, vamos a impugnarlo todo. Aparte de denuncias gratuitas sobre violaciones generales sin fundamento alguno, no hay pruebas. Es pura propaganda. No hubo irregularidades en ninguna parte", aseguró Valentín Gorbunov, presidente de la CEM.

Sobianin, hombre de confianza de Putin, fue designado alcalde en 2010 tras la destitución de Yuri Luzhkov, que ejerció ese cargo durante 18 años.

A su vez, el opositor moderado Evgueni Roizman desbancó al candidato oficialista como alcalde de Yekaterimburgo, capital de los Urales y tercera ciudad de Rusia, sin duda el mayor varapalo de la jornada electoral del domingo para el Kremlin.