Los negociadores del Gobierno colombiano viajaron hoy hacia La Habana decididos a darle "impulso a fondo" a las conversaciones con las FARC en el ciclo que se inicia mañana sobre participación política, en un momento que puede estar próximo a la "toma de decisiones".

Así lo consideró hoy el jefe de esa delegación, Humberto de la Calle, después de reunirse en la ciudad caribeña de Cartagena con el presidente colombiano, Juan Manuel Santos, en una escala que el equipo del Gobierno hizo en su viaje a la capital cubana.

"Nuestro propósito es recomenzar mañana las conversaciones con un impulso a fondo, en especial con todos los temas críticos. Yo creo que está llegando el momento de la toma de decisiones", opinó De la Calle, que calificó de "especial" el momento que atraviesa la fase de conversaciones.

De la Calle añadió que en la mesa de diálogos con las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) se han tocado "los puntos más importantes, los más críticos" y que cuentan con las instrucciones de Santos para abordar el lunes el decimocuarto ciclo.

Desde que comenzaron las negociaciones, en noviembre de 2012, las partes han logrado firmar sólo un acuerdo sobre el espinoso asunto del reparto de la tierra y el desarrollo en el campo, y están enfrascados desde mayo en el segundo punto sobre la participación política de los guerrilleros.

El ciclo anterior, que concluyó el pasado 28 de agosto, estuvo marcado por la polémica en torno a la discusión sobre los mecanismos para refrendar los acuerdos, un asunto que pertenece al punto sexto y último de la agenda, que se coló en la mesa e interrumpió el debate sobre el segundo apartado.

El origen de la controversia fue un proyecto de ley presentado por el Gobierno con carácter de urgencia para convocar un referendo que coincida con las elecciones legislativas del 9 de marzo o con las presidenciales del 25 de mayo de 2014, a lo que se opuso la guerrilla, que aboga por validar los acuerdos a través de una Asamblea Constituyente.

Estas diferencias alcanzaron el punto máximo de tensión durante los pasados 24 y 25 de agosto, cuando las FARC se tomaron una "pausa" para reflexionar sobre ese tema y Santos llamó a su equipo negociador a Bogotá, tras lo que se retomó el diálogo.

Superado este escollo, la delegación gubernamental está dispuesta a acelerar la discusión del primer apartado del segundo de seis puntos de la agenda, que trata sobre las garantías para que la guerrilla pueda consolidar un movimiento político con garantías para ejercer la oposición y con acceso a los medios de comunicación.

Según el líder negociador, es imperativo ponerle fin al conflicto armado interno y construir "una Colombia más abierta en democracia".

Mientras tanto, la polémica sobre el referendo continúa en Colombia con opiniones enfrentadas, como las del procurador general (titular del Ministerio Público), Alejandro Ordóñez, y la del presidente del Senado, Juan Fernando Cristo.

Ordóñez ha calificado el mecanismo que defiende el Gobierno como un "referendo armado" porque las FARC sólo entregarán las armas cuando haya concluido la validación y ha considerado que pretender convocarlo en jornadas electorales atenta contra la libertad de los votantes, mientras que Cristo lo calificó como "el más conveniente".

Cristo explicó en una entrevista publicada hoy por el diario El Espectador que el Congreso espera que las FARC y el Gobierno discutan sobre la posibilidad de que un grupo de congresistas acuda a Cuba para aportar su punto de vista sobre el referendo, que por otra parte va a ser debatido desde este martes en el Legislativo.

La delegación gubernamental que encabeza De la Calle está formada también por el alto comisionado para la Paz, Sergio Jaramillo; el general retirado del Ejército Jorge Enrique Mora, el ex alto Comisionado de Paz Frank Pearl, el exdirector de la Policía Óscar Naranjo y el industrial Luis Carlos Villegas.