El Parlamento alemán quedó constituido hoy, con la bancada del gobierno aún vacía y la oposición temiendo por el pleno ejercicio de su tarea, ya que si se consuma la gran coalición que negocia Angela Merkel dominará más de tres cuartos de la cámara baja (Bundestag).

La legislatura 18 de la República Federal de Alemania (RFA) arrancó con la protocolaria intervención del diputado de más edad, en su papel de presidente provisional de la cámara, que recayó en Heinz Riesenhuber, de la Unión Cristianodemócrata (CDU) de Merkel.

El diputado, nacido en diciembre de 1935, abrió la sesión con un vigoroso e irónico discurso -"¿Hay alguien más viejo que yo?. Quiero decir, en esta casa...", empezó, para elogiar la grandeza de una democracia donde sus diputados pueden "tomarse juntos una cerveza".

Del anecdotario de un veterano se pasó a la constitución de la presidencia del Bundestag, un cargo que recayó en el también conservador Norbert Lammert, reelegido por 591 votos a favor frente a 26 en contra y algunas abstenciones.

La amplia mayoría era expresión no sólo de la supremacía de la CDU y su hermanada Unión Socialcristiana de Baviera (CSU), sino también de la aceptación de un presidente que en la anterior legislatura se caracterizó por su gestión objetiva e imparcial.

La constitución del nuevo Bundestag se produjo justo un mes después de la victoria electoral de Merkel, por un 41,5 % de los votos, mientras que el Partido Socialdemócrata (SPD), segunda fuerza, quedó en un 25,7 %.

Mañana se abrirán formalmente las negociaciones entre la CDU/CSU y el SPD, que de terminar en la formación de una gran coalición dominará 504 escaños del total de 631 puestos, mientras que La Izquierda y los Verdes tendrán 64 y 63, respectivamente.

La gran coalición es aún virtual y existe el factor de riesgo derivado del compromiso del SPD de someter el correspondiente pacto de gobierno al voto de sus 470.000 militantes.

Pero Merkel parecía querer dejar claro que da por hecho que las negociaciones no fracasarán, al dirigirse en una pausa de la sesión a los puestos del SPD y ponerse a departir con Frank-Walter Steinmeier y Peer Steinbrück -ministros de Exteriores y de Finanzas en la gran coalición que lideró entre 2005 y 2009.

La bancada del gobierno estuvo vacía en la sesión constitutiva y formalmente sigue en funciones el Ejecutivo que Merkel lideró en la legislatura que ahora terminó con el Partido Liberal (FDP).

Por primera vez en la historia de la RFA, el FDP no tendrá escaños, puesto que quedó por debajo del mínimo del 5 % de los votos, de forma que al aún partido gubernamental -en funciones- se le reservó un puesto en la tribuna, junto a la prensa e invitados.

La mayoría de los exdiputados liberales declinó asistir a la cita -incluidos los aún ministros de Merkel-, mientras desde la tribuna de oradores La Izquierda y Los Verdes reclamaban de Lammert garantías para el pleno ejercicio de su tarea.

De acuerdo al reglamento, para solicitar la formación de una comisión de control parlamentario se precisa un mínimo del 25 % de la cámara -lo que no suman ambas formaciones- y también quedarán limitadas a mínimos el tiempo de sus intervenciones en los debates.

Lammert se comprometió en su discurso a, en caso de formarse una gran coalición, impulsar la adecuación del reglamento para garantizar ese pleno ejercicio de la tarea opositora, en un Bundestag reducido a cuatro grupos parlamentarios como el actual.

"La labor de la oposición no debe quedar supeditada a la generosidad de su presidente", apuntó a EFE, en una pausa de la sesión, la diputada Sahra Wagenknecht, vicepresidenta de La Izquierda y representante de su ala más radical.

"Una democracia avanzada no puede permitirse restringir la labor de las minorías parlamentarias", afirmó, por parte de los Verdes, Hans-Christian Ströbele.

El pleno aprobó, de entrada, la ampliación a seis vicepresidencias. Si hasta ahora correspondía una a cada grupo parlamentario, ahora CDU/CSU y SPD pasaron a dos cada uno, mientras que las restantes corresponderán a La Izquierda y Los Verdes.

"Parece que la gran coalición funciona ya de facto, por encima de lo que decida la militancia del SPD", comentaba una diputada izquierdista.