El Gobierno marroquí ha propuesto una amnistía fiscal para todos los nacionales que posean bienes muebles o inmuebles en el extranjero sin haberlos declarado, según recoge este lunes el diario L''Economiste.

Se trata de una ley de amnistía que aparecerá como enmienda a la Ley de Finanzas (presupuestos) de 2014 que aún se encuentra en trámite parlamentario y, de aprobarse, estará vigente durante todo 2014.

Sin embargo, la ley, presentada por el ministro de Finanzas, Mohamed Busaíd, está sujeta a una serie de condiciones: los titulares de bienes inmuebles o activos financieros deberán pagar un 10 % del valor declarado de adquisición, cantidad que será de un 5 % para el caso de los bienes líquidos en cuentas bancarias en divisas.

Además, el declarante deberá convertir en dirhams un 50 % de sus haberes, y el resto depositarlo en una cuenta en divisas o dirhams convertibles.

Como contrapartida, el declarante se libera del pago de todo tipo de impuestos y sanciones previstas por la ley, unas sanciones que según la ley actual pasaban por el pago de la cantidad evadida multiplicada por seis y que podía conllevar incluso prisión de entre uno y cinco años.

El director de la Oficina de Cambio, Yawad Hamri, se negó a evaluar el monto de lo que pueden suponer los bienes no declarados de marroquíes en el extranjero, pero el diario cita un informe del Instituto de Investigaciones económicas y políticas que calculan una evasión de capitales media de 2.100 millones de dólares anuales.

Hamri recordó al mismo diario que los evasores que decidan declarar sus bienes tendrán garantizada la confidencialidad, y calificó la ley aún en trámite como "una oportunidad sin precedentes".