Los llamamientos a manifestarse en calma sin caer en provocaciones marcan hoy el ambiente previo a las marchas por Caracas convocadas por el dirigente opositor Leopoldo López, y por el presidente Nicolás Maduro, que llamó a los chavistas a acompañar la firma de un convenio colectivo.

"Hoy más que nunca, fuerza, fuerza, fuerza y fe Venezuela!! Somos dueños de nuestro futuro. Estamos del lado correcto de la Historia, estamos del lado de la justicia, estamos del lado de la verdad!", escribió López en la red social Twitter.

López, contra el que se ha emitido orden de captura por unos violentos incidentes registrados tras una marcha estudiantil el pasado día 12 que dejaron tres muertos, tiene intención de ir al Ministerio de Interior a entregar una carta con una serie de reivindicaciones.

El líder del partido opositor Voluntad Popular ha pedido que los manifestantes lo acompañen "de manera totalmente pacífica" y "hasta cierto punto" o lugar y que luego lo dejen llegar en solitario a la sede ministerial.

El ministro del Interior, Miguel Rodríguez, ha dicho al respecto que López debe entregarse en alguna dependencia judicial "y no hacer show".

"El Estado debe dar seguridad a la marcha", añadió López, que admitió que ha pedido "acompañamiento diplomático", así como de representes eclesiásticos y de medios de comunicación nacional e internacional.

El chavismo se moviliza también hoy tras la convocatoria de Maduro de acompañar la firma de un nuevo convenio colectivo de los más de 100.000 trabajadores de la estatal Petróleos de Venezuela (PDVSA).

No obstante, la advertencia del Gobierno de que está en marcha un intento de golpe de Estado para derrocarlo se sitúa en el telón de fondo de este llamamiento a manifestarse.

El dirigente petrolero oficialista Wills Rangel recordó que el alcalde con jurisdicción sobre el centro de Caracas, el oficialista Jorge Rodríguez, no ha autorizado la marcha opositora cuya intención, achacó, es la "guerra permanente".

"Es necesario que sectores minoritarios entiendan que los chavistas somos mayoría. Esta es una batalla constante, una guerra permanente", porque del lado opositor, afirmó, "no hay trabajadores, no hay pueblo ni Fuerzas Armadas, solo personas armadas y entrenadas" para esa guerra, insistió Rangel.

Calculó que alrededor de unos 40.000 trabajadores de PDVSA participarán en la marcha hacia el palacio presidencial de Miraflores, donde se estima que Maduro pronunciará un discurso.

"Es una marcha de la clase obrera hacia el balcón del pueblo donde está el obrero que dirige al pueblo venezolano", añadió Rangel en alusión al pasado de Maduro como chófer del transporte público.

También el líder opositor y excandidato presidencial Henrique Capriles pidió hoy a través de Twiiter evitar la confrontación.

"La lucha NO es con el Pueblo oficialista, la lucha es contra el poder corrupto, represivo, hambreador, destructor del país", dijo en un mensaje y pidió a Dios que "bendiga a nuestra Venezuela" y "nadie caiga en provocaciones ni pise el peine de la violencia!".