La Ley Jones-Shafroth que concedió la ciudadanía estadounidense a los puertorriqueños, firmada el 2 de marzo de 1917 por el entonces presidente estadounidense Woodrow Wilson, cumple hoy 97 años, sin que el debate sobre el futuro político de este Estado Libre Asociado a EEUU se haya cerrado.

Así, aunque los puertorriqueños tienen la ciudadanía estadounidense, no gozan de los mismos derechos que los ciudadanos de ese país y, entre otras particularidades, no pueden votar en las elecciones presidenciales si residen en la isla.

Este aniversario será conmemorado en la isla con diferentes actos organizados al abrigo de la "Semana Conmemorativa del Advenimiento de la Ciudadanía Americana en Puerto Rico" que promueve el Ejecutivo encabezado por Alejandro García Padilla, cuya formación, el Partido Popular Democrático (PPD), ha defendido tradicionalmente mantener el actual estatus de Estado Libre Asociado a EEUU.

Así, el Ejecutivo de la isla caribeña ha proclamado del 2 al 8 de marzo como la semana conmemorativa del advenimiento de la ciudadanía americana en Puerto Rico.

"Exhorto al pueblo de Puerto Rico, a las entidades públicas y privadas, cívicas y educativas, e igualmente a los medios de comunicación a la solidaridad que amerita esta conmemoración de eminente interés público", reza la proclamación presentada el viernes pasado por el secretario de Estado, David Bernier, durante un acto de juramento de 64 nuevos ciudadanos americanos.

En ella se recuerda que en el preámbulo de la Constitución de Puerto Rico se dispone que es un "factor determinante en la vida de los puertorriqueño disponer de la ciudadanía de EEUU" y que ésta "favorece la aspiración de enriquecer el acervo democrático en el disfrute individual y colectivo de sus derechos y prerrogativas".

Sin embargo, casi un siglo después de la concesión de la ciudadanía a los puertorriqueños, el debate sobre la identidad política de Puerto Rico sigue siendo un motivo de fuerte división interna.

Carlos Gorrín Peralta, abogado y experto en derecho constitucional, y en particular en las relaciones constitucionales entre Puerto Rico y EEUU, señaló en una entrevista que, si algo está claro casi un siglo después, es que la ciudadanía estadounidense se le impuso a los puertorriqueños sin su consentimiento.

El letrado recordó que en la votación de la normativa de 1917 "la Cámara de Delegados -que junto al Consejo Ejecutivo constituía entonces el poder legislativo de la isla- votó en contra", apuntó Gorrín Peralta, miembro del Colegio de Abogados de Puerto Rico.

"Los puertorriqueños no se sentían estadounidenses y por eso votaron en contra", defendió, tras aclarar que la isla hoy en día sigue formando "un pueblo distinto y separado" del norteamericano.

Según dijo, aún no está claro por qué las autoridades de Washington tomaron aquella decisión y se han apuntado distintas hipótesis, que van de lo que puede interpretarse como "un gesto de que así quedaba más claro por parte de las autoridades estadounidenses a quién pertenecía el territorio" hasta la idea de que así se garantizaba el reclutamiento de soldados.

Sobre este controvertido asunto han manifestado su opinión todo tipo figuras públicas de la isla, entre ellas el cantante René Pérez, conocido como "Residente", de Calle 13 -la agrupación musical más internacional de la isla-, quien recientemente dijo que le gustaría renunciar a la ciudadanía estadounidense, si no fuera por la compleja situación legal en que quedaría.

"Si un puertorriqueño renuncia a la ciudadanía americana se considerará extranjero y le aplicarán las Leyes de Inmigración y Naturalización", explicó en noviembre pasado el cantante, que reclama una "ciudadanía puertorriqueña" que oficialmente no existe.

Puerto Rico fue una colonia española hasta 1898, cuando Estados Unidos tomó la isla durante la guerra por Cuba y Filipinas, y en 1952 firmó su constitución como Estado Libre Asociado a EEUU, lo que le otorgó cierta autonomía, aunque Washington se reserva apartados como moneda, defensa, fronteras y relaciones diplomáticas, entre otros.

La opinión sobre la ciudadanía difiere tradicionalmente en Puerto Rico entre quienes apoyan al PPD, en favor de perpetuar el estatus actual, y el opositor Partido Nuevo Progresista (PNP), que aboga por la anexión de la isla a EEUU como un estado más.

En una consulta no vinculante celebrada en noviembre de 2012 el 54 % de los puertorriqueños que participaron se mostró contrario al actual modelo.

En una segunda pregunta, en la que se pedía elegir entre otras tres opciones, el 61,1 % abogó por la anexión a EEUU, el 33,3 % por mantener una relación entre iguales (una opción que no ha sido claramente definida) y el 5,5 % por la independencia.