Al menos cuatro personas murieron hoy en un ataque contra un campamento de la ONU en la ciudad de Bor, capital del estado de Jonglei, en el este de Sudán del Sur, informó el portavoz del Ejército, Malak Ayuien.

El responsable dijo a la televisión estatal que los cuatro muertos son civiles, si bien no descartó que la cifra de fallecidos pueda aumentar.

Además, explicó que el tiroteo se desencadenó cuando un grupo de ciudadanos progubernamentales celebraron una marcha hacia dicho campamento para entregar una carta de protesta contra sus administradores que, a su juicio, ofrecen refugio a los seguidores del líder opositor Riak Machar.

Por su parte, el médico de ese centro, William Augustino, dijo que un grupo de hombres armados de la tribu Dinka abrió fuego contra el lugar, donde se refugian miles de ciudadanos de la tribu Lou Nuer.

El presidente de Sudán del Sur, Salva Kir, pertenece a la tribu de los Dinka, mientras que Machar, su principal rival y antiguo vicepresidente, es miembro de los Lou Nuer.

Augustino rebajó la cifra de muertos y precisó que al menos dos personas perdieron la vida en el hospital del campamento como consecuencia de sus lesiones.

Frente a la versión oficial, testigos en el lugar informaron de que el asalto se produjo después de que los refugiados celebraran las recientes victorias de los rebeldes en el estado de Unidad, en el norte del país.

El martes pasado, los rebeldes partidarios de Machar tomaron el control de la ciudad petrolera de Bentiu, capital de Unidad y una de las localidades más afectadas por la violencia.

La Misión de la ONU en Sudán del Sur (UNMISS) reiteró hoy su imparcialidad en el conflicto y mostró su preocupación por los nuevos combates en ese estado, que representan "serias violaciones del acuerdo de cese de hostilidades" al que llegaron las partes el pasado 23 de enero en Adis Abeba.

En un comunicado, la misión de la ONU afirmó haber avistado hasta cuarenta cadáveres de hombres que vestían uniformes militares en una carretera e informó de que los choques han obligado a 12.000 personas a desplazarse al campamento de Naciones Unidas en la zona desde el lunes pasado.

El conflicto, en el que han muerto miles de personas, ha puesto al borde de la guerra civil al joven país después de que en diciembre pasado estallaran combates entre tropas gubernamentales y rebeldes, y el presidente acusara a Machar de intentar dar un golpe de Estado.