El Gobierno de Nigeria no descarta la opción de negociar con Boko Haram el rescate de las más de 200 menores secuestradas, después de que la milicia radical islámica haya condicionado su liberación a la excarcelación de sus presos.

El Ejecutivo del país africano llegó a esa conclusión tras empezar a analizar el vídeo divulgado el pasado lunes por Boko Haram en el que el líder fundamentalista Abubakar Shekau exigió la libertad de sus militantes para poner fin al secuestro de las niñas.

La Casa Blanca, por su parte, indicó ayer que no apoya la posibilidad de una negociación para el rescate, al considerar que no forma parte de su política hacer concesiones a secuestradores.

"Nigeria es la que decide cómo enfrentarse a Boko Haram en este caso, por supuesto, y nosotros tenemos una función secundaria. Pero es la política de Estados Unidos negar a los secuestradores los beneficios de sus actos criminales, y eso incluye recompensas o concesiones", dijo el portavoz Jay Carney.

El presidente de Nigeria, Goodluck Jonathan, solicitó al Senado que prorrogue durante seis meses el estado de excepción que rige en los estados de Adamawa, Yobe y Borno, principales áreas de acción de Boko Haram. Si el Legislativo nigeriano aprueba esta medida, sería la tercera declaración consecutiva de excepción en el nordeste, acuciado por la violencia.