Los separatistas prorrusos, expulsados de Slaviansk por las fuerzas ucranianas, se preparan para dar la batalla por Donetsk y Lugansk, las capitales de las dos regiones homónimas que suman entre ambas un millón y medio de habitantes. Las milicias de Slaviansk y sus alrededores dejaron las últimas ciudades de la zona, que se rindió el pasado sábado tras más de dos meses de encarnizados combates, y trasladaron sus fuerzas al área de Donetsk, una de las urbes más importantes y prósperas de Ucrania.

El jefe de las milicias de Slaviansk, Ígor Strelkov, dijo a medios rusos que sus hombres se disponen ahora a preparar la "defensa activa" de Donetsk.