Las tareas de rescate de ocho hombres atrapados en una mina artesanal en el sur de Honduras desde el pasado 2 de julio se han suspendido por tercera vez debido a nuevos derrumbes en el interior de las galerías, informó hoy una fuente oficial.

El portavoz del Cuerpo de Bomberos, Oscar Triminio, dijo a los periodistas que las labores se suspendieron a las 22.00 hora local del domingo (04.00 GMT de hoy) para no exponer la vida de los socorristas que trabajan en el lugar.

Hoy, la Comisión Permanente de Contingencias, los bomberos, socorristas, mineros y expertos involucrados en las labores de búsqueda y rescate decidirán que labores se realizarán para proseguir el rescate.

Triminio explicó que el domingo se inició temprano el apuntalamiento del túnel, pero que la madera verde, más resistente para contener el material que se desprende en el interior de la mina, comenzó a ceder por la presión, lo que obligó de nuevo a suspender las labores.

Explicó que los quince rescatistas que entraron a la mina avanzaban "en fila india" porque "no hay otra forma" de ir más rápido en las tareas de búsqueda.

Es la tercera vez, desde el día del accidente, que las labores de rescate se suspenden por el peligro que implica la inestabilidad del suelo de la mina, que se localiza en la comunidad de San Juan Arriba, jurisdicción de El Corpus, departamento de Choluteca.

Otros tres mineros, de los once que habían quedado atrapados, fueron rescatados vivos el jueves pasado.

Hasta ahora se desconoce el sitio exacto de la mina donde están los ocho hombres.

Mineros locales guían a los socorristas hacia el lugar en que se presume que pueden estar los ocho hombres enterrados, en una mina que no reúne las mínimas garantías de seguridad.

Las autoridades consideran que las posibilidades de encontrar con vida a los mineros son pocas, pero seguirán en la búsqueda hasta que hayan dar con ellos, según los planes previstos hasta ayer, antes del último desprendimiento.

A unos dos kilómetros de la mina, decenas de familiares de los ocho hombres, entre mujeres, hombres y niños, esperan angustiados y exigen que se les saque pronto, vivos o muertos.

Por razones de seguridad, los familiares de los mineros y los periodistas han sido desalojados de las inmediaciones del campamento de los equipos de rescate.