El Ejército israelí bombardeó ayer con constancia e intensidad toda la franja de Gaza, donde destruyó decenas de inmuebles y lanzó cierto tipo de bombas que causan temblores en los edificios, similares a los que producen los terremotos.

Uno de los ataques más cruentos tuvo lugar poco después de que cayera el sol (cuando los gazatíes se reúnen en familia para romper juntos el ayuno del mes sagrado musulmán de ramadán), contra un edificio civil de seis plantas en una de las principales avenidas del centro de la ciudad de Gaza.

Según las primeras informaciones, al menos once personas, entre ellas cinco niños, perecieron en el ataque y decenas más resultaron heridas.

Horas antes, carros de combate israelíes situados cerca de la principal carretera de Gaza mataron a cuatro palestinos e hirieron a una decena más en un ataque contra un hospital de la localidad de Deir el Balah, en el centro de la franja.

Según datos de la ONU, desde que el 8 de julio el Gobierno de Israel ordenó la actual ofensiva contra Gaza (conocida como "Margen protector"), el Ejército israelí ha bombardeado más de 200 edificios e inmuebles civiles, pese a lo que estipula el derecho internacional humanitario.

Asimismo, ha atacado dos hospitales, el referido en Jan Yunis y otro en el norte de Gaza, en el que había un grupo de discapacitados y activistas internacionales.

Israel asegura, en contra de la opinión internacional, que se trata de objetivos legítimos, ya que acogen a supuestos líderes de las milicias, o esconden la boca de túneles que recorren Gaza.