Un día después de agotar el plazo de negociación sin llegar a un acuerdo con los fondos buitre que litigaron en tribunales estadounidenses contra Argentina para el cobro de la deuda, el Gobierno de Buenos Aires aseguró ayer que hablar de suspensión de pagos "es una patraña absurda".

El jefe de Gabinete argentino, Jorge Capitanich, reiteró que el país ha cumplido sus obligaciones financieras con los acreedores de la deuda reestructurada y la responsabilidad de que no hayan recibido el pago recae en el juez Thomas Griesa.

Griesa es el magistrado estadounidense que falló a favor de los fondos de inversión litigantes, tenedores de deuda en mora desde la suspensión de pagos de 2001.

El jefe de Ministros argentino acusó a la Justicia estadounidense de estar "cooptada por los fondos buitre".