El Reino Unido apagó esta noche luces en viviendas y edificios oficiales para el último acto de conmemoración de la entrada de este país en la Primera Guerra Mundial (1914-18), hace cien años.

Entre las 21.00 y las 22.00 GMT se apagaron luces de edificios icónicos británicos como el Parlamento de Westminster, la Torre de Londres o la sede de la cadena BBC, en una vigilia de reflexión y recuerdo a los millones de caídos durante la llamada Gran Guerra.

La Legión Británica, encargada de ayudar a los miembros de las fuerzas armadas y preservar el recuerdo de los caídos en la batalla, organizó la iniciativa "Sin Luces" (Lights Out), que consistió en dejar solo una luz o una vela encendida y apagar el resto del alumbrado en recuerdo a las víctimas.

En Londres el acto principal tuvo lugar en la Abadía de Westminster, donde esta noche se celebró un solemne servicio religioso con asistencia de numerosas autoridades británicas, que concluye con el apagado de las luces del templo.

"Sin Luces" estuvo inspirada en las palabras que el ministro de Asuntos Exteriores británico de hace cien años, Edward Grey, pronunció el 3 de agosto de 1914: "Las lámparas se apagan por toda Europa, no volveremos a verlas encendidas en nuestra vida".

El coordinador de esta iniciativa, Tamis Dillon, en declaraciones a la cadena pública británica BBC, explicó que "se trata de marcar el momento en el que en Reino Unido se unió a la Primera Guerra Mundial".

El primer ministro británico, David Cameron, en su mensaje a la nación, dijo que "hoy hace cien años que Reino Unido entró en la Primera Guerra Mundial y estamos haciendo un centenario en honor a los que sirvieron, para recordar a los que murieron y asegurar que las lecciones aprendidas de ellos estén con nosotros siempre".

"Es justo recordar el sacrificio extraordinario de una generación con la que estamos en deuda porque su legado es nuestra libertad" afirmó Cameron en su mensaje.

El 4 de agosto de 1914 Reino Unido entró en la Gran Guerra (1914-18) como consecuencia de la invasión de Bélgica por Alemania.

Tras los cuatro años que duró la contienda, quedó una Europa devastada, con más de 20 millones de muertos entre los combatientes y la población civil, además de decenas de millones de heridos.