Rusia pidió ayer a las autoridades ucranianas y a los separatistas prorrusos que declaren un alto el fuego para garantizar la seguridad de un convoy ruso con ayuda humanitaria para la población en la zona de conflicto.

"Es necesario para garantizar la seguridad de la acción humanitaria en marcha. La dificilísima situación en el sureste ucraniano exige un alto el fuego", afirmó la Cancillería rusa en un comunicado.

El convoy con más de 2.000 toneladas de alimentos y generadores eléctricos se encuentra en la región rusa de Rostov a la espera de recibir autorización para cruzar la frontera y dirigirse a la ciudad de Lugansk, donde no hay luz ni agua desde hace dos semanas.

La Cruz Roja, que mantuvo ayer el primer contacto con el convoy ruso, pidió a Moscú información detallada sobre el contenido de los más de 200 camiones rusos, que transportarían unas 2.000 toneladas de cereales, azúcar, alimentos para niños, medicinas, sacos de dormir y generadores eléctricos.

Las autoridades ucranianas quieren que, además de los funcionarios de aduanas y la Organización para la Seguridad y Cooperación en Europa, la Cruz Roja esté presente durante el registro del cargamento humanitario ruso en la frontera.

"Esperemos que la parte rusa cumpla todas estas exigencias y no viole la legislación ucraniana e internacional", aseguró Ígor Lisenko, portavoz del Consejo de Seguridad Nacional y Defensa.

En caso contrario, agregó, "el avance de la columna será frenado por todas las fuerzas que tengamos a nuestro alcance".