Miles de personas marcharon ayer por las calles de Edimburgo en un desfile organizado por la radical Orden de Orange en apoyo al "no" a la independencia de Escocia en el referéndum del próximo jueves.

La campaña oficial unionista "Better Together" (Mejor Juntos), compuesta por los partidos laborista, conservador y liberaldemócrata, se había distanciado de la convocatoria de la hermandad protestante por miedo a que pudiera provocar que votantes indecisos católicos se decantaran finalmente por el "sí" en el referéndum.

Al son de los tambores y las flautas, y flanqueados por un amplio dispositivo policial, los orangistas desfilaron portando numerosas banderas británicas y simbología unionista en una marcha que transcurrió sin incidentes por el centro de la capital escocesa.

"Hermanos y hermanas, en un mundo de inestabilidad, un mundo de inseguridad, un mundo de proliferación nuclear, de islamismo radical, la gente mira al Reino Unido como un tierra de esperanza, una tierra de paz, de éxito y unidad", declaró al final de la marcha el gran capellán de la orden, Henry Williamson.

"Un enemigo que divide y es diabólico se ha alzado contra Escocia disfrazado de falso patriotismo y de nacionalismo en el referéndum contra nuestro amado Reino Unido", añadió el líder orangista.

Este fue el segundo acto unionista organizado al margen de "Better Together" en 24 horas, después de la visita a Glasgow de Nigel Farange, el líder del partido nacionalista británico UKIP, que se impuso en el Reino Unido en las pasadas elecciones europeas.

A falta de 5 días para la votación, una encuesta el pasado domingo situó al "no" por delante con una mínima ventaja de 2 puntos, lo que hace difícil predecir un resultado. En una encuesta auspiciada por "Better Together" y difundida ayer el "no" volvía a recuperar terreno.