El ministro francés de Economía, Emmanuel Macron, afirmó hoy que "Francia está enferma" y que antes de ser exigentes con los problemas de otros países debe ocuparse de los suyos.

"El problema de Francia es primero ella misma. Arreglemos nuestros problemas antes de ser exigentes con nuestros vecinos", indicó en una entrevista concedida a la emisora "Europe 1".

El país, en su opinión, "está enfermo. (...) Tiene una fiebre que se llama paro masivo. No queda otra opción que actuar para reformar", añadió el titular de Economía, que recalcó que no queda por hacer "una gran reforma, sino una serie de pequeñas reformas".

La baja popularidad que registra el Ejecutivo, con un porcentaje del 13 por ciento para el presidente del país, François Hollande, y del 30 % para el primer ministro, Manuel Valls, se debe según él a la falta de resultados.

El Gobierno confiaba en cumplir el próximo año el objetivo de situar el déficit público por debajo del 3 % del PIB que marca Bruselas, pero ha tenido que posponerlo hasta 2017, ante previsiones de que será del 4,4 % este año y del 4,3 % en 2015.

Por otra parte, el nivel de paro se mantuvo estable en la Francia metropolitana en el segundo trimestre respecto a los tres meses anteriores y alcanzó al 9,7 % de la población activa, porcentaje que si se incluye a los territorios de ultramar se elevó al 10,2 %.

"Si no nos movemos, vamos a fracasar", reconoció Macron un día después de que Valls superara el voto de confianza en la Asamblea Nacional con 269 votos a favor, 244 en contra y 53 abstenciones, cifra con la que no logró la mayoría absoluta y que podría complicar la puesta en marcha de futuras reformas.