La vicepresidenta y canciller panameña, Isabel de Saint Malo de Alvarado, realizó hoy su primera visita oficial a Cuba y se entrevistó con su presidente, Raúl Castro, quien recibió "muy positivamente" la intención de Panamá de invitar formalmente a la isla a la próxima Cumbre de las Américas.

En declaraciones a Efe, la canciller confirmó su reunión con Castro, que inicialmente no estaba programada en la agenda, y precisó que fue "realmente productiva e interesante sobre como estrechar nuestros lazos de amistad".

Avanzó que uno de los temas que abordaron fue la posible asistencia de Cuba a la Cumbre de las Américas en abril de 2015, a la que Panamá, como país anfitrión, tiene la firme intención de invitar formalmente a Cuba, que nunca ha asistido a este foro.

El presidente cubano acogió la invitación de la canciller "positivamente", según informó la televisión estatal; aunque la vicepresidenta no quiso dar detalles sobre la respuesta de Castro al respecto, pero sí se mostró "confiada".

La canciller reiteró en varias ocasiones a lo largo de su visita que Cuba "recibirá invitación formal, como todos los países de la región", aunque aclaró que el envío no se producirá hasta finales de año, que es cuando corresponde hacerlo.

En su encuentro formal esta mañana con su homólogo cubano, el canciller Bruno Rodríguez, también abordaron la posible presencia de Cuba en la Cumbre, una noticia que "recibió con mucha alegría y como un mensaje muy positivo", según dijo Saint Malo.

Interrogada sobre si la decisión de Panamá podría generar problemas con Estados Unidos, que nunca se ha mostrado favorable a que Cuba asista a ese foro, respondió: "no veo por qué".

Aunque la atención mediática se centraba en la Cumbre de la Américas, la viceministra precisó en varias ocasiones que el objetivo de la visita, de sólo horas, era "afianzar las históricas relaciones de amistad entre Cuba y Panamá".

"En el mandato del presidente (Juan Carlos) Varela queremos relanzar y fortalecer esas relaciones", señaló.

Durante los saludos de protocolo en la sede de la cancillería, a los que tuvo acceso la prensa, Rodríguez y De Saint Malo abogaron por reforzar los vínculos bilaterales e históricos entre Panamá y Cuba, pero ninguno de los dos mencionó el tema de la Cumbre.

En ese breve encuentro, De Saint Melo manifestó al canciller cubano el deseo de su país de recibir pronto una visita oficial por parte de Cuba, a lo que Rodríguez contestó con un "seguramente sí".

El viaje de la vicepresidenta y canciller panameña es el primero que realiza a Cuba un miembro del Gobierno de Varela, quien asumió la presidencia del país centroamericano en julio pasado.

Su antecesor, Ricardo Martinelli, vio afectadas las relaciones con la isla en su último año de Gobierno debido al caso del barco norcoreano "Chong Chon Gang", retenido en Panamá en julio de 2013 con arsenal cubano no declarado; motivo por el que decidió no asistir en enero pasado a la Cumbre de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac) de La Habana.

Con la llegada de Varela al poder, ambos países se han pronunciado por fortalecer lazos y hoy incluso el canciller Rodríguez expresó su deseo de que Panamá envíe una delegación potente a la próxima Feria Internacional de La Habana en noviembre, para impulsar la cooperación económica y comercial.

La visita de Saint Malo hoy a Cuba ha avivado las expectativas de ver a la isla en la Cumbre de las Américas, a la que nunca ha asistido ya que está promovida por la Organización de Estados Americanos (OEA), de la que fue suspendida en 1962.

En 2009 esa suspensión fue anulada, pero el Gobierno cubano no ha hecho los trámites para reincorporarse y ha dicho que no tiene intención de hacerlo.

En la última Cumbre, celebrada en Cartagena de Indias (Colombia) en 2012, el debate sobre la exclusión de Cuba en la cita ganó protagonismo y los países de la Alianza Bolivariana de los Pueblos de Nuestra América (ALBA) -Venezuela, Cuba, Ecuador, Nicaragua, Bolivia, San Vicente y Granadinas, Dominica y Antigua y Barbuda- dijeron que no asistirían a próximos foros si no participaba Cuba.

En la pasada cumbre, la invitación a la isla no llegó a concretarse por falta de consenso, pese a los esfuerzos del entonces anfitrión, el presidente colombiano, Juan Manuel Santos.

Mientras que Estados Unidos y Canadá se oponen a incluir al país caribeño en la cita por la falta de libertades democráticas, el resto de la región apoya su participación.