Las 3.000 personas que permanecían desalojadas de sus casas a causa del gran fuego de King en el norte de California, uno de los peores de la temporada, empezaron a regresar hoy a sus hogares después de los importantes avances en la extinción logrados por los bomberos.

El alguacil del condado de El Dorado, donde se declaró el fuego el pasado 13 de septiembre, indicó en un comunicado que las órdenes de evacuación han sido levantadas y que todas aquellas familias que lo deseen pueden volver a sus viviendas.

El incendio de King, que los bomberos ya han logrado contener en un 68 %, ha arrasado casi 40.000 hectáreas (100.000 acres), ha destrozado 12 casas y ha afectado a otros 68 edificios, indicó el Departamento Forestal y de Protección ante el Fuego de California, CalFire.

Alrededor de 8.000 bomberos y una veintena de helicópteros siguen trabajando en la extinción del fuego, unas tareas a las que ha ayudado mucho la lluvia caída durante las últimas horas.

El pasado jueves fue detenido un hombre de 37 años y vecino de la zona, Wayne Allen Huntsman, como presunto causante del incendio.

Huntsman fue calificado de "pirómano" por la Fiscalía y permanece en prisión a la espera del juicio bajo una fianza de diez millones de dólares impuesta por el juez.

Las altas temperaturas de este verano en varios puntos de la geografía californiana, junto a fuertes vientos que soplan de manera puntual y, sobre todo, la sequía crónica que arrastra California desde hace tres años, son los principales responsables de uno de los años más nocivos que se recuerdan para el bosque de ese estado.