Rusia ha abierto un nuevo frente de tensión con Occidente al legitimar las elecciones separatistas del próximo domingo en el este de Ucrania, que han sido condenadas al unísono por la Unión Europea, la OTAN y la ONU.

"La postura de los milicianos de celebrar las elecciones precisamente el 2 de noviembre es legítima y se corresponde plenamente con los plazos contemplados en los acuerdos de Minsk", afirmó la Cancillería rusa en un comunicado.

Moscú considera que las zonas controladas por los insurgentes en las regiones de Donetsk y Lugansk necesitan "crear lo antes posible órganos de gobierno para comenzar a resolver problemas prácticos relativos a las infraestructuras vitales y al orden público".

La postura rusa ha indignado especialmente a Kiev y a las cancillerías occidentales, ya que los rebeldes ya boicotearon las recientes elecciones legislativas y piensan hacer lo mismo con las locales del próximo 7 de diciembre.

No sólo eso, sino que Rusia opina que las elecciones, en las que las repúblicas populares de Donetsk y Lugansk elegirán a sus nuevos líderes y a lo miembros de sus Soviet Supremo (legislativo), se ajustan al Memorándum de Paz firmado en Minsk el 19 de septiembre.

Según la ley de autogobierno aprobada por Kiev que concede tres años de autonomía a los separatistas, estos podían celebrar elecciones locales el 7 de diciembre para elegir a sus representantes e interlocutores ante el Gobierno central.

No obstante, ahora la Cancillería asegura que "dicha ley no puede ser aplicada, pues no precisa las zonas que abarca, aspecto sobre el cual aún debe pronunciarse la Rada Suprema", el Legislativo ucraniano.

Recientemente, el presidente ruso, Vladímir Putin, calificó la ley de autogobierno ucraniana de "paso en la buena dirección", aunque criticó el hecho de que cambiaran la fecha, del 3 de noviembre al 7 de diciembre, sin consultar con los separatistas.

Y recordó que las elecciones locales deben celebrarse en coordinación con la legislación ucraniana y no estrictamente según la ley ucraniana.

"Nadie en el este de Ucrania quiere celebrar las elecciones según la ley ucraniana. ¿Por qué? ¿Cómo celebrarlas, cuando todos los días disparan y muere gente de ambos bandos?", dijo.

Occidente considera que las elecciones separatistas amenazan el arreglo pacífico del conflicto en la zona, donde rige un frágil alto el fuego desde el 5 de septiembre y las partes no acaban de ponerse de acuerdo sobre la línea de separación de ambos ejércitos.

Además, los líderes separatistas amenazan todas las semanas con reiniciar las hostilidades, como hoy el líder de la república popular de Donetsk, Alexandr Zajárchenko, quien dijo que las milicias retomarán la ciudad de Mariúpol, principal ciudad leal a Kiev en la región.

"Ahora mantenemos negociaciones por Mariúpol. Si no la quieren entregar por la buenas, pues será por la fuerza", dijo.

Mientras, el presidente de Ucrania, Petró Poroshenko, y la canciller alemana, Angela Merkel, condenaron hoy "los planes de celebrar el 2 de noviembre unas pseudoelecciones en las llamadas repúblicas populares de Donetsk y de Lugansk.

En opinión de ambos líderes, esas elecciones "se contradicen" con el contenido y el espíritu de los acuerdos firmados por Kiev y los separatistas con mediación de Rusia y la OSCE.

Poroshenko, que ha descartado una solución militar para el conflicto, aseguró que todas las partes presentes en las negociaciones en la capital bielorrusa son responsables de su cumplimiento.

Rusia "confirmó su adscripción a esos acuerdos como resultado de las consultas multilaterales (Ucrania-Rusia-UE) del 17 de octubre en Milán", destaca la nota de la Presidencia ucraniana.

La Unión Europea deploró hoy la intención de Rusia de reconocer esos comicios, mientras el secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, advirtió que la postura rusa "desestabiliza" Ucrania y "pone en peligro" los acuerdos de Minsk.

Mientras, el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, también afirmó que las "elecciones" convocadas por los rebeldes "socavan gravemente" el Memorándum de Paz de Minsk del 19 de septiembre.

Poco importa, ya que los separatistas consideran que es Kiev quien incumple todos los puntos de los acuerdos de Minsk, en especial el repliegue de armamento pesado, el desminado y el canje de prisioneros de guerra.

"No nos preocupa la opinión de Ucrania. Rusia reconocerá nuestras elecciones", sentenció hoy Zajárchenko, que ha presentado su candidatura a la Presidencia de la república popular de Donetsk.

Sólo un tercio de los electores de Donetsk y Lugansk, regiones que ya celebraron en mayo pasado sendos referendos de independencia, participaron el domingo en las elecciones legislativas.