Al menos una persona murió y otras 13 resultaron heridas de diversa consideración cuando un conductor palestino arrolló ayer a un grupo de viandantes en una carretera principal entre las partes este y oeste de Jerusalén. Los hechos ocurrieron pasado el mediodía cuando el atacante, identificado por la Policía israelí como Ibrahim al Akari, de 48 años, arremetió con una furgoneta blanca contra tres agentes de la Policía de Fronteras que trataban de cruzar la carretera.

El movimiento islamista Hamás asumió desde Gaza la autoría del ataque y calificó al atacante de "heroico conductor", según un comunicado oficial.

Poco antes, el dirigente islamista Salah al Bardawil afirmó durante una concentración en la Franja que era una respuesta a "todas las medidas y violaciones israelíes en Jerusalén", en alusión a recientes decisiones del gobierno de Benjamín Netanyahu que afectan al "statu quo" en la ciudad santa.

Israel incrementó la pasada semana el dispositivo de seguridad en toda Jerusalén con un millar de agentes adicionales, a raíz de la creciente tensión entre israelíes y palestinos en los últimos meses.

Ayer, después del ataque, Aharonovich aseguró que "se destinarán todas las fuerzas que sean necesarias para garantizar la seguridad", mientras analistas y servicios de seguridad se preguntan si no ha comenzado ya la tercera Intifada palestina.

Después de un trágico y sangriento verano, el miércoles pasado un palestino intentó asesinar a un dirigente derechista que defiende el derecho de los judíos a rezar en el Monte del Templo (la disputada Explanada de las Mezquitas). El pasado 22 de octubre otro palestino mató a un bebé.