Los republicanos consiguieron los seis escaños del Senado que necesitaban para arrebatar la mayoría a los demócratas y, al mantener la mayoría en la Cámara Baja, lograron el control total del Congreso.

Carolina del Norte, Arkansas, Dakota del Sur, Montana, Virginia Occidental y Colorado fueron los escaños que pasaron de manos demócratas a republicanas y que abrieron la puerta a los conservadores para obtener el control total del Congreso en los dos últimos años de mandato del presidente de EEUU, Barack Obama.

Estas elecciones, en las que se renovaban los 435 escaños de la Cámara de Representantes y un tercio del Senado, compuesto por 100 senadores, han estado marcadas por el descontento con el presidente Obama, quien invitó a los líderes de ambas cámaras a un encuentro en la Casa Blanca mañana viernes.

Esta es la primera vez desde 2006 que los republicanos controlan ambas cámaras del Congreso, lo que augura un difícil fin de mandato a Obama, que siguió la contienda y habló "con candidatos a la Cámara Baja, el Senado y las Gobernaciones de ambos partidos", según dijo su portavoz, Josh Earnest, en su cuenta de Twitter.

Los republicanos lograron, tal y como estaba previsto, hacerse con los puestos de senador de Montana, Dakota del Sur y Virginia Occidental, que hasta ahora estaban en manos demócratas.

Las primeras victorias fueron las de los senadores republicanos por Kentucky y Carolina del Sur, Mitch McConnell (líder de la minoría en el Senado) y Lindsay Graham, respectivamente, que lograron su reelección para la Cámara Alta. Con estos resultados, McConnell alcanza su sueño de convertirse en el próximo líder de la mayoría republicana en el Senado.

"Mañana los periódicos dirán que he ganado esta carrera", dijo McConnell en un discurso de celebración en Louisville, Kentucky, "pero la verdad es que esta noche empezamos otra, otra más importante que la mía y es la de dar la vuelta a este país", dijo entre los aplausos de los asistentes.

El actual líder de la mayoría demócrata, Harry Reid, felicitó a McConnell a través de un mensaje de Twitter en el que aseguró que "los votantes han dejado claro que quieren que trabajemos juntos. Estoy preparado para hacerlo".

Según encuestas a pie de urna divulgadas por varios medios, ocho de cada diez estadounidenses que acudieron a votar se mostraron insatisfechos con la labor del actual Congreso y la mayoría desaprueba la gestión del presidente Obama.

El Congreso de Estados Unidos tendrá por primera vez en su historia a 100 mujeres entre sus miembros. Actualmente, hay 20 mujeres en el Senado y 79 en la Cámara de Representantes. En concreto, las mujeres eran hasta ahora el 18,5% de los 535 escaños que componen el Congreso estadounidense. Un total de 294 de mujeres han servido en el Congreso de Estados Unidos hasta la fecha, siendo California el estado que más mujeres congresistas ha tenido, 37.