El viceministro de Asuntos Exteriores de Rusia, Serguéi Riabkov, recalcó hoy que Moscú no va a hacer concesiones a Washington en "asuntos de principios", pero está abierta a buscar un "equilibrio de intereses" con Estados Unidos.

"No estamos dispuestos a ceder ante EE.UU. en asuntos de principios, pero estamos abiertos a buscar un equilibrio de intereses, un denominador común, allí donde sea posible", dijo Riabkov, citado por las agencias rusas, en una audiencia parlamentaria sobre las relaciones ruso-estadounidenses.

Admitió que Rusia se verá afectada durante muchos años por las "sanciones unilaterales" adoptadas por Estados Unidos por la postura de Moscú frente a la crisis ucraniana.

"Nos llevará mucho tiempo, muchos años, salir de la situación creada por las sanciones estadounidenses", dijo Riabkov.

En ese sentido, recordó que a Estados Unidos le llevó casi 40 años derogar la enmienda Jackson-Vanik, que imponía restricciones comerciales a los países que ponían trabas a la emigración y trasgredían los derechos humanos y que aplicó en relación a la Unión Soviética.

Según Riabkov, la enmienda Jackson-Vanik fue un "episodio menor" en comparación con el actual régimen de sanciones impuesto a Rusia.

"El que se prolongue la situación actual o el que después los historiadores denominen este período ''Guerra Fría 2.0'' depende única y exclusivamente de Estados Unidos", subrayó el viceministro de Exteriores.

Al mismo tiempo, destacó que la diplomacia rusa no experimenta "nerviosismo" ante el actual estado de cosas y procura actuar de manera sopesada.

"No cortamos los contactos, nuestras medidas de respuesta son ponderadas, equilibradas", explicó Riabkov.

Reiteró la tesis de que el verdadero objetivo de las sanciones no es obligar a Moscú a modificar su postura frente a la crisis ucraniana, sino "crear las condiciones socio-económicas para un cambio de régimen en Rusia".