Portugal cerró 2014 como el mejor año de su historia a nivel turístico, un sector clave en la reciente recuperación económica del país y en el que España figura como el principal competidor.

En una entrevista con EFE, el secretario de Estado de Turismo luso, Adolfo Mesquita, señaló a España como su mayor rival y subrayó que el crecimiento de Portugal en huéspedes y pernoctaciones el pasado ejercicio rondó el 12 %, tres veces más que en el país vecino.

"Geográficamente, (España) es nuestro principal competidor y también lo es desde el punto de vista de la percepción de muchos turistas (...), sobre todo en los mercados europeos, que nos ven como destinos semejantes pese a tener diferencias. Por eso corremos siempre el riesgo de que el turista que busca un producto que existe en Portugal acabe prefiriendo ir a España", explicó.

En términos globales, el mercado luso registró el pasado año más de 9 millones de huéspedes extranjeros, mientras que el español -que utiliza otro método de cálculo- recibió cerca de 65 millones de turistas foráneos.

Mesquita incidió en que la competencia con el país vecino se produce sobre todo a la hora de atraer a visitantes europeos, mientras que hay espacio para colaborar en los mercados más lejanos y crear paquetes que combinen ambos destinos.

"Estas alianzas siempre deben respetar cada país como destino, no vamos a promover un destino conjunto, pero de esta forma ganamos escala", precisó.

El 2014 fue para Portugal un ejercicio "récord a nivel de huéspedes, pernoctaciones, beneficios e ingresos", según Mesquita, que atribuyó este éxito al trabajo de las empresas privadas del sector junto a la nueva política de promoción del Ejecutivo.

La llegada de los conservadores al Gobierno luso en 2011 dio paso a un cambio de estrategia a nivel de promoción externa, que pasó a estar centrada en el trabajo con periodistas y touroperadores extranjeros para dar a conocer al país, así como en el uso de herramientas digitales.

Esta alteración supuso dejar atrás la política de eventos defendida por el anterior Gobierno -de signo socialista- y retiró los fondos concedidos a acontecimientos deportivos como la Volvo Ocean Race, las carreras de Moto GP en Estoril o el torneo de tenis Estoril Open, que en algunos casos acabaron siendo cancelados.

"Los eventos tienen que ser apoyados por las regiones y las alcaldías, pero desde el punto de vista de la comunicación nos pareció mejor una estrategia de marketing más técnica y menos política", argumentó Mesquita.

El trabajo "intensivo" en herramientas digitales es una de las claves que explican el crecimiento luso en materia de turismo, ya que es un área donde "otros muchos países todavía no están".

"Más allá de la presencia en Internet y las redes sociales (...) estamos en los motores de búsqueda, garantizamos que Portugal aparece en las primeras posiciones cuando se buscan palabras que nos interesan e incluso también cuando el usuario busca otros destinos, para que podamos convencerlo de venir a Portugal", detalló.

La mejora del turismo luso en el último año está relacionada también con las numerosas rutas de aerolíneas de bajo coste que conectan los dos principales aeropuertos del país, los de Lisboa y Oporto, ciudades que se han hecho hueco en las listas de destinos más solicitados del Viejo Continente.

La decisión del Ayuntamiento de Lisboa -gobernado por los socialistas- de fijar una tasa de un euro por cada turista que llegue al aeropuerto o al puerto de Lisboa y otro euro por cada pernoctación en la capital ha suscitado críticas en el Ejecutivo.

"No hay que analizar el impacto de las tasas sólo mirando al consumidor final, muchas veces son absorbidas (en sus precios) por las empresas, asumiendo un perjuicio", recalcó Mesquita.

En este sentido, consideró que todavía hay que mejorar la rentabilidad de las compañías del sector que, pese al notable crecimiento de turistas, "no son tan sostenibles como lo eran antes de la crisis y continúan viviendo dificultades".

El secretario de Estado reconoció que en el incremento de visitantes extranjeros influyó también la caída de otros mercados tradicionalmente rivales, como Túnez o Egipto.

"A la hora de aprovechar la situación de otros países, lo estamos haciendo mejor que nuestros competidores, estamos ganando cuota de mercado", insistió.