El Parlamento de Italia, reunido en sesión conjunta, procede hoy con la primera votación para elegir al nuevo presidente de la República, después de que Giorgio Napolitano, de 89 años, renunciara al cargo el pasado 14 de enero por motivos de edad.

Está previsto que la votación empiece a las 15.00 hora local (14.00 GMT), y en ella participarán un total de 1.009 "grandes electores", entre diputados, senadores, representantes de la regiones y senadores vitalicios.

La Constitución italiana, de 1947, establece que para la elección del jefe del Estado se requieren dos tercios de los votos durante las tres primeras votaciones, que son 673, mientras que en la cuarta bastará la mayoría simple, es decir 505.

La designación será, además, fruto de los acuerdos entre los diversos partidos, especialmente de los que establezca el primer ministro, Matteo Renzi, con sus aliados en el Gobierno y con Forza Italia (FI), del ex primer ministro Silvio Berlusconi.

Con este último, el jefe del Ejecutivo mantiene una alianza secreta, conocida como el "Pacto del Nazareno", que fue establecida para impulsar su programa reformista y que ha levantado suspicacias en el seno de su grupo, el Partido Demócrata (PD).

Renzi ya ha celebrado varias reuniones con su partido para encontrar un nombre que proponer a Berlusconi y a sus socios en el poder, el Nuevo Centro Derecha (NCD) del exdelfin de Berlusconi Angelino Alfano.

Todo para no repetir el trance de 2013, cuando Napolitano tuvo que aceptar su reelección a regañadientes después de que un Parlamento muy fragmentado fuera incapaz de encontrar un sucesor.

Actualmente, la situación parlamentaria es prácticamente idéntica a la de hace dos años pero la posible colaboración entre el líder socialdemócrata y Berlusconi hace factible una elección rápida.

Tal es así que el joven primer ministro, de 40 años, ha manifestado en varias ocasiones su intención de alcanzar el quórum requerido en la cuarta votación, que se celebraría en principio durante la mañana del próximo sábado.

Entre los posibles sucesores que los medios italianos barajan estos días se encuentra el ministro de Economía, Pier Carlo Padoan, el exalcalde de Roma Walter Veltroni, el exjuez del Tribunal Constitucional Sergio Matarella y la exministra y senadora del PD Anna Finocchiaro.

Ante la ausencia de Napolitano, la presidencia temporal de Italia recae, por mandato constitucional, en el presidente del Senado, el magistrado antimafia Pietro Grasso.

La convocatoria de la sesión conjunta es competencia de la presidenta de la Cámara Baja, la exportavoz en Italia del Alto Comisariado de las Naciones Unidas para los Refugiados (UNHCR) Laura Boldrini.

Boldrini llamará hoy por orden alfabético a los "grandes electores", que tendrán que depositar su papeleta con el nombre de su candidato en las urnas colocadas en las cabinas instaladas en el hemiciclo.

Después, la presidenta de la Cámara leerá en voz alta los votos para contabilizarlos.