El primer ministro italiano y líder del Partido Demócrata (PD) propuso ayer a los miembros de su formación el nombre del jurista y varias veces ministro Sergio Mattarella, de 73 años, como candidato para ser el nuevo presidente de la República, cuya elección comenzó ayer.

Durante su reunión con los parlamentarios de su grupo, Renzi en un discurso televisado en directo por la emisora del partido, propuso el nombre del exdemocristiano y fundador del PD y actualmente juez del Tribunal Constitucional.

Los llamados "grandes electores" del PD -senadores, diputados y representantes de las regiones que votarán al presidente- votaron unánimemente esta candidatura.

Renzi explicó que este será el nombre que propondrá como propuesta del PD al resto de las formaciones políticas y exhortó a sus parlamentarios a la responsabilidad que les piden los italianos.

"Tenemos la ocasión de borrar lo que pasó en el 2013. Si se elige un candidato, este es el candidato del PD y no hay otro. Con esto nos jugamos la credibilidad", explicó Renzi al recordar como en 2013 no se consiguió elegir a Romano Prodi por la falta de votos de su mismo partido.

Renzi abogó por el voto unitario de todos los miembros del partido, lo que permitiría que el nombre de Mattarella pueda ser elegido en el cuarto escrutinio, previsto para el sábado, cuando sólo se necesita la mayoría absoluta con la que cuenta la coalición gubernamental formada por el PD y otras fuerzas de centroderecha.

Asimismo, el partido "Izquierda, Ecología y Libertad" también adelantó que prestaría su apoyo al jurista.

"Sergio es una persona que muchos de nosotros hemos aprendido a conocer por su historia personal, un hombre que ha vivido el dolor en su persona durante la temporada de crímenes de la mafia. Es un hombre de la legalidad", explicó Renzi a los miembros de su partido.

Renzi recordó la responsabilidad de Mattarela cuando tuvo el valor de dimitir como ministro para defender sus principios.

En 1990 dimitió como ministro de Educación del gobierno de Giulio Andreotti, como protesta a la aprobación de la ley Mammì, que reorganizaba los canales televisivos y otorgaba tres de ellos a Mediaset, el imperio mediático de Silvio Berlusconi.

Por el momento, Silvio Berlusconi y su partido no se han pronunciado sobre esta posible candidatura.